Ismael Jordi abre la temporada del Villamarta con un homenaje a Kraus

A Ismael Jordi se le nota en la cara que está en su tierra. Está relajado y feliz pero sobre todo, emocionado. El tenor jerezano será el encargado hoy, a las 20.30 horas, de abrir la temporada lírica del Villamarta con un recital homenaje a su maestro en sus inicios, Alfredo Kraus, fallecido hace diez años. "Es todo un honor que el Teatro me haya elegido a mí para inaugurar la temporada, a la vez que una responsabilidad. Bueno, y lo que significa estar de nuevo aquí, en mi casa", comentó ayer satisfecho el tenor a este Diario.

El jerezano estará acompañado hoy por el prestigioso pianista Rubén Fernández en una cita que asegura Jordi "me hace mucha ilusión, pero a la vez me trae bastantes recuerdos de mi época junto a Kraus, de sus consejos y de todo lo que aportó a mi desarrollo profesional".

El recital incluye piezas de óperas y zarzuelas que formaban parte del repertorio de quien ha marcado una época y es considerado representante genuino del belcantismo. "Será un concierto para todos los públicos", dijo Jordi. Iniciará su intervención con 'La danza' de Rossini para pasar a continuación a tres canciones españolas. De ellas, dos pertenecen a J. Turina ('Los dos miedos' y 'Cantares'), mientras que la tercera ('La canción del olvido') es obra de A. Ginastera.

Antes de cerrar la primera parte, ha agrupado tres de las arias favoritas de Alfredo Kraus bajo el título genérico de 'Dulce lamento'. La trilogía arranca con 'Ach so fromm' de la ópera Martha de F. von Flotow -fragmento con una bella línea melódica-; continúa con 'Tomble degli avi miei" de Lucia de Lammermoor (Donizetti); y cierra con el 'Lamento di Federico' de L'Arseliana (Cilea).

Tras el descanso, el recital de Ismael Jordi se inicia con tres arias de la comedia musical El cantor de México de F. López, un título que interpretó el tenor jerezano en el Teatro Châtelet de París, bajo la dirección de Emilio Sagi. Las piezas elegidas son 'Acapulco', 'Rossignol' y 'La chanson basque'. Para el cierre, dará paso a la zarzuela, con tres romanzas predilectas del maestro Kraus: 'Flor roja' de Los gavilanes (Guerrero), 'Bella enamorada' de El último romántico (Soutullo y Vert) y el popularísmo 'Por el humo se sabe' de Doña Francisquita (Vives).

Este mismo recital ya lo ofreció Jordi meses atrás en Bilbao, y repetirá actuación el domingo en Málaga. "Este homenaje -subrayó Ismael- , además de estar dedicado a Kraus, también quiero regalar una parte a Jerez, por la acogida que me da la ciudad cada vez que vengo y por el apoyo que he recibido a lo largo de estos años".

El joven tenor recuerda a su maestro, con quien trabajó durante dos años, y asegura que no era serio, tal como la gente pensaba, "al contrario, era una persona cercana, muy aficionado al flamenco. Arte del que tuvimos largas charlas. Pero guardo especialmente sus consejos, sobre todo aquél que me repetía una y otra vez: esta carrera se hace con el no por el delante. Y así lo intento hacer, sin prisas y trabajando con mucha paciencia".