Lazarillo

Lectores sin remedio por Ramón Clavijo y José López Romero

Ramón Clavijo. Ramonclavijop@Telefonica.net / José López Romero. Portlo@Telefonica.net

17 de marzo 2010 - 05:00

SOBRE las 6,50 de la mañana del pasado viernes y en pleno fragor del aseo personal estaba yo, cuando de repente la radio me dio la noticia por tantos siglos esperada: don Diego Hurtado de Mendoza era el autor de 'El Lazarrillo de Tormes'. Tal fue mi sorpresa que por poco me hago un costurón en la mejilla izquierda con la cuchilla de afeitar. Las pruebas que presentaba la paleógrafa Mercedes Agulló no daban lugar a la duda; todo lo contrario, certificaban irrefutablemente una teoría que ya a principios del siglo XVII se había aventurado a defender el belga Valerio Andrés Taxandro en su 'Catálogus clarorum Hispaniae scriptorum', y que tuvo durante cierto tiempo general aceptación hasta el punto de que muchas ediciones se publicaron con el nombre del famoso militar y diplomático español, amigo personal del emperador Carlos V (magnífica la novela 'el embajador' del admirado Antonio Prieto, que recrea la vida de don Diego). La fama de escritor procaz era otra de las razones que sus defensores esgrimían para su candidatura a la autoría de una de las obras más importantes de la literatura europea (tomo estos datos de la 'Historia de la literatura española' de J.L. Alborg). Una vez recuperado de la conmoción o sorpresa y con la cara embadurnada en loción balsámica, tomé verdadera conciencia de lo que esa confirmación significaba: se descifraba uno de los grandes enigmas de la literatura española, y de inmediato mi primer recuerdo fue para el eminente Francisco Rico, ¡tantas horas y tantos desvelos dedicados a Lázaro, a sus fortunas y adversidades, y ahora se le adelantan por la mano, o mejor dicho, por la letra, y otra (no menos eminente en su terreno) le pisa el autor! Pero no hay que preocuparse, otros no menos grandes y complejos misterios quedan aún por resolver en esta nuestra literatura, llena por otra parte de laberintos: el autor del primer acto de 'la Celestina'; ¿quién se esconde realmente detrás de ese espurio Alonso Fernández de Avellaneda?; ¿fue Tirso de Molina el autor de 'El burlador de Sevilla?, son problemas que siguen dando trabajo a la investigación. Con el primer café me acerqué a los medios de comunicación para comprobar el impacto de la noticia, desolación: apenas alguna breve reseña o comentario y sólo una revista cultural daba cuenta con detalle del hallazgo de Mercedes Agulló y su base documental. Por la noche, pensé, seguro que las televisiones dedicarán algún espacio. Cuando hacía el consabido zapping, me encontré con Julián Muñoz. Y en mi infinita confianza en el género humano, y no digamos en las cadenas de TV, no pude por menos que pensar: ¡qué gran homenaje a don Diego y su 'Lazarillo', no han podido elegir mejor pícaro o, por decirlo más exactamente, mayor truhán, porque el pícaro al fin y al cabo tiene su encanto. Don Diego estará ahora disfrutando en la gloria!; la otra gloria, la que se le hurtó por tanto tiempo, Mercedes Agulló se la ha merecidamente devuelto.

José López Romero

Libros recomendados

Guía para viajeros inocentes

Mark Twain. Ediciones del Viento, 2009

Es este un libro con el que me topé por casualidad, buscando algo que leer tras salir gratamente sorprendido de la lectura de 'La fiesta del oso', sin duda una de las buenas noticias literarias del último año. No sé si hoy podemos encontrar viajeros inocentes, pero cuando Twain lleva al papel esta crónica viajera, desconocida hasta ahora en versión castellana, con lo que realmente nos estamos topando es con las vicisitudes que le acontecen a un grupo de viajeros en lo que quizás pueda ser considerado el primer viaje programado para turistas de la historia. Turistas inocentes, entre los que, afortunadamente para los lectores, Twain se encontraba (cubriendo el viaje para un periódico de San Francisco), lo que ha permitido que podamos disfrutar de aquel periplo que partió de New York en 1867, a través de su ironía, sentido del humor, que nos proporciona momentos impagables y brillante prosa. R.C.P.

La cripta de invierno

Anne Michaels. Alfaguara, 2010

En 1960, la construcción de la presa de Asuán, impulsada por el entonces presidente egipcio Nasser, provocó la inundación de miles de kilómetros cuadrados de territorio y el desplazamiento consiguiente de miles de personas. Pero también significó la destrucción de un sistema ecológico milenario, a la vez que amenazaba lugares históricos del antiguo Egipto para los que se organizó una impresionante empresa de rescate. Una de esas construcciones, el templo de Abu Simbel, fue desmontado pieza a pieza para volverlo a levantar en otra zona del país. Aquí empieza esta emocionante novela, protagonizada por el ingeniero Avery Escher y su joven esposa. La magna empresa por la que se encuentran en Egipto les hace retrotraerse a otra época de sus vidas donde también, como ahora, el sentido de pérdida de las cosas que los rodeaban pone a prueba, como ahora, su esperanza en el futuro, la fe en la propia vida. R.C.P.

Historia del libro

Svend Dahl. Alianza Universidad, 1982.

No cabe duda de que los estudios e investigaciones sobre la historia del libro están de moda; una moda que ya lleva su tiempo dando sus buenos frutos tanto en el panorama internacional como en el nacional. La creación del Instituto de Historia del Libro y de la Lectura que dirige el catedrático de la Univ. de Salamanca Pedro Mª Cátedra, así como la publicación de numerosos trabajos a cargo de grandes especialistas dan fe de la importancia que está alcanzando esta línea de investigación. Y sin duda buena parte del mérito de esta preocupación actual por el libro se le debe a Svend Dahl y su 'Historia del libro', pionero en tantos aspectos. Libro que combina de forma admirable el rigor con la amenidad, en una materia que, aparentemente, puede resultar árida. Un repaso por la historia del libro desde la Antigüedad hasta el siglo XX que instruye tanto como entretiene. Un clásico. J.L.R.

El rapto de la mente

Russell P. Sebold. Prensa Española, 1970.

Bajo el subtítulo "poética y poesía dieciochesca", R.P. Sebold reunió en este volumen una serie de trabajos dedicados a la literatura española del siglo XVIII, tema y época en la que este investigador es un verdadero especialista; si no, véase el libro 'Cadalso: primer romántico europeo de España' que publicó en la ed. Gredos. Luzán y su poética, Forner y las 'Exequias de la lengua castellana', Iriarte, Quintana, García de la Huerta y su 'Raquel', Meléndez Valdés son autores y obras tratados en los trabajos que recoge 'El rapto de la mente', y sobre todo, el titulado "Sobre el nombre español del dolor romántico" en el que defiende la temprana irrupción en nuestra literatura de ciertos elementos románticos, mucho antes de lo que se tiene establecido y antes incluso de aparecer en literaturas como la francesa y la alemana. El "fastidio universal" precedió al 'mal du siécle' francés y al 'weltschmerz' alemán. J.L.R.

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