Luis Sevíl, el retrato romántico (II)

Pinacoteca de Papel

Retrato de dama. Luis Sevíl. Colección Rivero. Bodegas Tradición.
Retrato de dama. Luis Sevíl. Colección Rivero. Bodegas Tradición.
Juan Rodríguez Pardo

Jerez, 16 de mayo 2023 - 13:45

Robert Blake Byass. Fundador de González Byass.
Robert Blake Byass. Fundador de González Byass.

No se entendería la existencia de pintores como Cala Moya (Jerez, 1850), Muñoz Otero (Jerez, 1850), Juan Comba (Jerez, 1852), Gallegos Arnosa (Jerez 1857), Sánchez Barbudo (Jerez 1857) entre otros, todos ellos artistas de prestigio internacional, sin la presencia en el panorama artístico jerezano de Luis Sevíl y su más que notoria influencia, tanto en la formación estética y pictórica, como en el mirar, ver y entender esos nuevos conceptos con que el Romanticismo, en su ímpetu de ruptura y renovación, transformaría bruscamente la espiritualidad del pensamiento filosófico y artístico vigente.

Sevíl supo sumar a las enseñanzas de sus docentes, Fernández Cruzado y ‘El Tahonero’, todo lo aprendido a lo largo de su experiencia artística. Todo ese bagaje de sabiduría sólo podía ser adquirido bajo el dintel de entrada único y exclusivo para la renovación intelectual de España, que fue Cádiz, y transmitido por Luis Sevíl con magistral eficacia a la segunda generación de artistas jerezanos que tan alto llevaron el nombre de Jerez por el mundo.

Luis Sevíl, formado artísticamente dentro de la estética del primer tercio del S. XIX, entre el neoclasicismo academicista y el romanticismo más renovador, encuentra en el retrato el instrumento más adecuado como expresión artística, realización personal y medio de vida.

Su círculo de amistades más cercano giraba en torno a un mundo de inquietudes intelectuales y artísticas. Los pintores José Murillo Bracho, Álvaro Mirón y Duque, Domingo García Díaz y Juan Rodríguez García, hijo, éste último, de Juan Rodríguez ‘El Tahonero’, su maestro, dos años de edad mayor que Sevíl, formaban parte del núcleo más intimo.

Domingo García Díaz, Álvaro Mirón y Duque y Luis Sevíl fueron galardonados con Medalla de Oro en la primera exposición de productos naturales, industriales y artísticos que organizó la Sociedad Económica de Amigos del País en 1856, un año antes del nacimiento de nuestros celebérrimos pintores José Gallegos Arnosa y Salvador Sánchez Barbudo, ambos alumnos aventajados de Luis Sevíl. Esta institución y estos artistas junto a otros, jerezanos y foráneos que atraídos por la fuerte expansión industrial y económica que experimenta Jerez, deciden fijar su residencia y actividades industriales y económicas en nuestra ciudad.

Unidos todos por el mismo espíritu y semejantes inquietudes, serían los precursores y dinamizadores de la época más fecunda y próspera de la vida cultural jerezana conocida hasta nuestros días.

Manuel M. González Ángel. Fundador de González Byass.
Manuel M. González Ángel. Fundador de González Byass.

En estos años era notable en Jerez la presencia activa en todo tipo de manifestaciones culturales de José Bueno Noesa, quien en el año 1.897 crearía el Ateneo Científico Artístico y Literario, de José Mª Rodríguez de Losada, Fernando Reguera y Pedro Lassaleta, fundadores en 1.878 de la Academia de BB.AA de Santo Domingo, Guillermo Garvey y Capdepon, quien más tarde apadrinaría al gran José Gallegos, y de un nutrido grupo de personas, quienes con su esfuerzo, ilusión y apoyo lograron lo increíble. Algunas de ellas ejercerían el mecenazgo cultural en nuestra ciudad.

De los diez años que nuestro artista pasa en Cádiz se puede decir que fueron muy fructíferos en cuanto a economía se refiere, pues sus trabajos, cada vez más admirados y valorados eran requeridos por la alta burguesía gaditana, ricos negociantes americanos, armadores y todo aquel ganador en el trasiego con las Indias, sin olvidar a esa importante colonia inglesa fruto de los negocios vinateros que los británicos tenían con Jerez.

En otros aspectos supo vivir la época que le tocó, en plena ebullición de un romanticismo existencial y la bohemia vitalista que la edad, la época y Cádiz le ofrecía. En el año 1848 Luis Sevíl contrae matrimonio con Asunción Sevillano Escame, natural de Cádiz y de familia acomodada. La felicidad duró poco, enviudó unos meses después. Más tarde casa con Ángeles Llama Pérez, también gaditana, con quien tiene tres hijas, Amalia, Luisa y Carlota, esta última aficionada a la pintura acompañaría a su padre hasta el final de sus días.

En 1849 regresa a Jerez donde establece definitivamente su residencia en la calle Francos nº12 y monta su estudio en la calle San José nº5, junto al negocio familiar. Más tarde lo trasladaría a la calle Letrados nº10, donde alterna la pintura con la docencia artística y donde se establecen unos ciclos de tertulias artístico-literarias y científicas organizadas por las hermanas Ana y Cecilia Ysasi, alumnas de Sevíl, cuyos asistentes y tertulianos sin exclusión de género, eran personas de inquietudes afines a las disciplinas expuestas.

Ya en 1850 considerado un artista de prestigio y al igual que ocurrió en Cádiz, es requerido por la aristocracia y la alta burguesía jerezana. Casi todos los personajes por él retratados fueron importantes protagonista de la historia de Jerez, la historia nacional e incluso internacional como ocurre con el Precursor del Correo internacional Don Manuel Ysasi Lacoste, los condes de Garvey, D. Guillermo y D. Patricio Garvey, la reina Isabel II, D. Manuel Mª González Ángel, su madre Dª Mª del Rosario Soto, Robert Blake Byass, D. José de la Peña, el célebre Tío Pepe … y una relación amplia de personajes jerezanos, fueron magistralmente inmortalizados con la exquisita calidad técnica, elegancia y naturalidad que caracteriza los trabajos de nuestro artista Luis Sevíl.

En 1886 traslada definitivamente su estudio a la calle Juana de Dios Lacoste nº15. Allá por el año 1990, en pleno período de investigación sobre la vida y la obra del pintor jerezano Luis Sevíl y comentando sobre ello con mi entrañable y añorado amigo, el también pintor Salvador Ysasi Díaz, en su estudio de la Plaza del Caballo, tuve la satisfacción de poder contemplar unos hermosos cuadernos de poesía cuyas páginas, casi todas, estaban decoradas con preciosos paisajes y dibujos en tintas y acuarelas realizados por Pepe Gallegos y Barbudo, entonces niños, amigos inseparables que gustaban de visitar los estudios de sus pintores locales favoritos. Fallece en su casa en Jerez el 22 de febrero de 1893 a la edad de 76 años.

stats