Cultura

Maruja Torres gana el Premio Nadal con la comedia 'Esperadme en el cielo'

  • La escritora dedica la novela a sus amigos Terenci Moix y Manuel Vázquez Montalbán, "sin los que no podría haber escrito esta obra" · Rubén Abella resulta finalista del galardón con 'El libro del amor esquivo'

La periodista y escritora Maruja Torres ganó ayer la 65 edición del Premio Nadal con la obra Esperadme en el cielo, una novela de "fantasmas" protagonizada por la propia autora en la que se reencuentra con dos amigos ya fallecidos, los novelistas Terenci Moix y Manuel Vázquez Montalbán.

En ese reencuentro en el más allá, los tres crean una atmósfera mágica y juntos rinden un homenaje a un determinado tiempo pasado mientras realizan paseos por el Raval barcelonés o el madrileño Parque del Retiro.

Tras conocerse el fallo, Maruja Torres dio las gracias al jurado "por premiar una comedia, porque incluso los Oscar casi siempre se los dan a un drama".

Una Torres visiblemente emocionada reveló que tenía la idea de la novela en su cabeza desde hace cuatro años, y el punto de partida fue "el espiritismo laico que empecé a practicar cuando murieron Terenci y Vázquez Montalbán, a los que empecé invocando en mis sueños y mi imaginación".

Para la periodista barcelonesa, "es duro sobrevivir a dos amigos como ellos, que fueron tan generosos con su talento y considerados conmigo". Durante esos cuatro años, Maruja Torres se vio sorprendida por la última guerra del Líbano y desde entonces se estableció en Beirut, y allí "me di cuenta de que llevaba una vida aburrida, conformista y triste, porque la buena noticia es que no me había muerto y pensé que tenía que dar un cambio en mi vida o vegetar".

Fue entonces cuando escogió vivir en Beirut y cuando decidió transformar esa historia en una novela y "me decanté por Ernst Lubitsch".

Maruja Torres explicó que en la novela ganadora del Nadal "los amigos Terenci y Manolo y yo nos encontramos en un cuento precioso y, en el fondo, triste, en el que ellos me dicen que tengo que vivir porque ellos ya no pueden". En esa fábula, comentó, "salen personajes como Peter Pan, Wendy y Alicia; Terenci tiene pelo de todos los colores, y Manolo sale de Carvalho". Ganar el Nadal con esta novela, añade Torres, es "agridulce, porque si ellos no hubieran muerto, yo no la habría escrito".

Torres expresó su entusiasmo por el reconocimiento, "un premio de mujeres con una dignidad tremenda desde que lo ganó hace 65 años Carmen Laforet".

El finalista del premio Nadal con El libro de los amores esquivos, el vasilloletano Rubén Abella, dijo que su novela está protagonizada por "un opositor que es confundido con un cantante famoso, un vidente que ve poco y una paparazzi que se enamora de una fotografía. Y el cuarto protagonista es Madrid". La novela trata, según el autor, sobre "las falsas apariencias, la identidad y los caminos torcidos".

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