Metáforas del flamenco
cultura
El fotógrafo jerezano Javier Ramírez 'Cachi' expone 'Malvaloca, flamenco libre' en la Venta de Vargas, donde acude a la llamada del Año Camarón
Flamenco y fotografía han mantenido siempre una relación muy especial. El fotógrafo jerezano Javier Ramírez, Cachi lo sabe bien. Por su cultura, por sus inquietudes, por ser del barrio de Santiago y vivir rodeado del flamenco y de su gente única terminó intentando captar con su cámara la esencia de este arte, el bullicio, la euforia y la fiesta de las bulerías, el desgarro y el dolor de las seguirillas, el amor según la soleá... Buena parte de su obra es la fotografía como metáfora del flamenco. Ahora acaba de desembarcar en la mítica Venta de Vargas ante la llamada del Año Camarón. Allí expone una obra que nació en 2013 y que ha pasado ya por varios escenarios de lo más flamenco: Jerez, Lebrija... "No podía haber mejor punto final para la muestra que esta catedral del flamenco", afirma el autor.
La muestra está dedicada al flamenco. Es decir, a Camarón. Porque el cantaor de La Isla -admite- es la mejor personificación del flamenco que existe. Eso sí, no busquen en esta colección una fotografía suya. Su ausencia, podría decirse, es en cierto modo la que protagoniza la exposición. En el lugar central del patio de la Venta de Vargas en torno al que gira toda la muestra se emplaza una sugerente figura femenina de espaldas. Es Malvaloca, explica. Sí, el célebre personaje de los Álvarez Quintero. Para Ramírez Cachi es la imagen que mejor representa al flamenco. "La exposición, que es la primera muestra dedicada al flamenco que monté, se remonta a 2013. La titulé Malvaloca, flamenco libre. Y esa coletilla es importante porque expresa lo que para mí es el flamenco: la libertad, la locura, el disparate, el salirse de las reglas". Es decir, Malvaloca.
Junto a esta personificación femenina del flamenco figuran a modo de homenaje al genio de La Isla las imágenes de Paco de Lucía y Tomate, de forma que el conjunto adquiere irremediablemente matices de altar flamenco. No es el único que se aprecia en este recorrido visual. A su lado, para completar el conjunto que empieza por la fiesta de las bulerías, que pone a hablar a los dos grandes cantaores de Jerez, Capullo y El Torta, Ramírez Cachi añade su particular homenaje a Moraíto, con el que el autor de la exposición guarda de siempre una relación -y una conexión- muy especial.
La muestra, más amplia en sus orígenes, se ha adaptado para exhibirse en la Venta de Vargas, donde se ha incluido en el conjunto de exposiciones y propuestas culturales y flamencas que, además de las habituales actuaciones, se están llevando a cabo a lo largo de todo el año para conmemorar el 25 aniversario de la muerte de Camarón que La Isla celebra en 2017.
Una de las cosas del flamenco que más ha sorprendido siempre a este fotógrafo jerezano es "la capacidad que tiene para pasar rápidamente de la euforía a la tristeza, de la alegría al desgarro más doloroso". Malvaloca, la exposición, intenta también reflejar eso a través del diálogo que sus mantienen las obras expuestas, "que se relacionan", advierte.
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