Cultura

Serrat en Jerez: adiós sobre el escenario del Tío Pepe Festival

Joan Manuel Serrat.

Joan Manuel Serrat. / EFE/Jeffrey Arguedas

Desde su irrupción en el mundo de la música en 1965, Joan Manuel Serrat no ha dejado de escribir canciones, grabar discos y hacer giras por el mundo en los más variados formatos, desde orquestas sinfónicas hasta la intimidad de piano, guitarra y voz, con la compañía de su inseparable Ricard Miralles, alternando su condición de cantautor con la eficaz musicalización de poemas de autores como Antonio Machado, Miguel Hernández y Mario Benedetti.

Su canción Mediterráneo ha sido elegida por votación popular la mejor canción española de los últimos cincuenta años, y cuenta con numerosos premios y reconocimientos a lo largo de su dilatada y prolífica trayectoria, como por ejemplo el Grammy Latino de Honor, otorgado en 2015.

Ha publicado más de 30 discos a lo largo de su carrera, jalonada de éxitos como Penélope, Lucía, Bienaventurados o Paraules d’amor, entre muchos otros.

Estudiaba industriales y tocaba la guitarra como aficionado. Así que al mismo tiempo que se graduó como perito agrícola se presentó en el programa Radioscope de Radio Barcelona. Allí interpretó sus primeras canciones. Salvador Escamilla, el conductor del programa, le ofreció la primera oportunidad de presentarse en público y poco después le ofrecieron un contrato y grabar un disco.

Así, en 1965, comenzó la carrera musical de este artista que con 78 años cumplidos quiere dejar a un lado la carretera y el desgaste de los directos. “Tocaré y compondré en casa, es posible que grabe un disco, pero no volveré a los escenarios”, anunció el pasado diciembre. Eso sí, pretendía despedirse como corresponde, frente a su público.

En ese pasado mes de diciembre, Joan Manuel Serrat aclaraba que no abandonaba por motivos de salud, sino porque quiere ser él mismo quien decida su “fecha de caducidad”. “No me voy porque me encuentre mal, esté desanimado o me aburra -afirmaba en declaraciones a SER Catalunya-, me voy porque no quiero que sea otro quien decida por mí, ni una enfermedad, ni una pandemia”.

“Como los humanos no tenemos certeza de nuestra fecha de caducidad, prefiero decidir yo mismo cuál es mi fecha de caducidad. No quiero que otro decida por mí; las decisiones, o las toma uno mismo o las toma lo inevitable”, agregaba en este sentido el cantautor barcelonés. El autor de Mediterráneo, considerada una de las mejores canciones de todos los tiempos, puntualizaba que no tiene intención de “arrinconar las guitarras” y que seguirá tocando, “aunque sea en el ámbito familiar”, por lo que no descarta grabar futuros discos.

El ‘Noi del Poble Sec’ reconocía que la gira “será nostálgica”, pero intentará controlar las emociones porque “un artista debe saber hacerlo sobre el escenario”.

Además, “sentir las pérdidas es estar más cerca de ellos y ellas”, ha dicho, y, aunque reconoce que echará de menos a su público, cree que ha llegado el momento de despedirse: “El tiempo lleva su paso y es inflexible. A veces lo derrochamos de mala manera, sin darnos cuenta de que es, junto a la salud, lo más rico que tenemos”.

Galardonado en 2009 con el I Premio Nacional de las Músicas Actuales, ha recibido otras altas distinciones, como su nombramiento como Caballero de la Legión de Honor de la República Francesa o la concesión de la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, la Encomienda del Mérito Civil y el premio de Honor de los Premios de la Música.

Ha publicado más de 30 discos de estudio desde la grabación en 1967 de Ara que tinc vint anys, a destacar entre ellos Dedicado a Antonio Machado, poeta (1969) y Miguel Hernández (1971), en los que puso música a los versos de estos dos literatos españoles, y, cómo no, Mediterráneo (1970).

Para conmemorar su aniversario, cuando se cumplían 47 años de su lanzamiento, llevó a cabo su última gran gira en solitario, antes del parón forzoso provocado por la pandemia.

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