Robot salvaje | Crítica
Divertida, emocionante y espectacular obra maestra
Jornada de luto por la muerte de Caballero Bonald (1926-2021)
Jerez/La Fundación Bonald ha celebrado este lunes un minuto de silencio por el fallecimiento este domingo de José Manuel Caballero Bonald, a los 94 años, en Madrid. Asimismo, se ha abierto un libro de condolencias en el que quien lo desee puede dejar unas palabras.
El salón de actos era un hervidero de medios de comunicación. Representantes del Gobierno municipal, portavoces de partidos y miembros del patronato de la Fundación, entre otros, permanecieron en silencio, con la imagen del escritor en el pensamiento. "Todavía no nos lo podemos creer. Que ya no lo veamos más...", decía un emocionado Fernando Domínguez, ex gerente de la entidad y miembro del patronato.
Una bandera de Jerez (sin crespón negro, por expreso deseo de Bonald), una fotografía del autor y un aplauso. Y tras el silencio, las palabras, las reacciones. La alcaldesa, Mamen Sánchez, dijo que esta ciudad y esta Fundación "le rinden un homenaje sencillo, tal como era él. pero sabemos que hay mucha gente en Jerez que le quiere, que le aprecia. Abrir su casa, la de esta Fundación, para que la gente firme en el libro de firmas, pues va a cerrar una etapa, un tiempo en el que Caballero Bonald la presidía, para volver a abrir una nueva etapa en la que su legado literario permanecerá. Y también hemos querido mantener la actividad de la Fundación, que es lo que a Pepe le hubiera gustado, y es el mejor homenaje que le podemos hacer, con la palabra, con las letras".
Juan Salguero, miembro del patronato, apuntó que Bonald "permanecerá en la memoria de los jerezanos como uno de sus grandes literatos, y dejándonos como legado esta Fundación para preservar por siempre su memoria literaria y humana, que también ha sido muy destacada".
Por lo pronto, los siguientes pasos de la Fundación serán convocar un patronato y realizar más actos para honrar la memoria de Bonald, "aunque la mejor manera es seguir manteniendo las actividades de la Fundación, que sea un elemento vivo. Y en eso estaremos".
"Pensábamos que iba a sobrevivir a todos los de su generación... Pero poco a poco vimos cómo se iba apagando. Pepe estaba muy agotado, y la última vez que lo vi tuve la sensación de que sería así, y de que quería morir en Montijo. Finalmente fue en Madrid, aunque intentó venir, pero fue complicado. Se le notaba el cansancio y la cercanía del fin. Tenemos que seguir luchando para que la Fundación se mantenga", añadió Domínguez.
El delegado de Cultura, Francisco Camas, recordó que las distintas facetas literarias de Bonald, "le han hecho ser un escritor universal. El legado que nos deja es inmenso, tanto el literario como el personal".
La directora de la Fundación, Josefa Parra, dijo de Bonald que era un hombre "irrepetible e insobornable. Quien haya estado junto a él, aunque sean unos minutos, habrá notado su huella. Intentamos no pensar que no lo vamos a escuchar más. Ahora está la casa sin el padre, pero debemos seguir ahí, y todo el legado que ha puesto en nuestras manos lo tenemos que postergar. Sabemos que su nombre no se va a perder, pero sí que debe ser cada vez más importante. Y en Jerez, que las instituciones se hagan cargo de que es un grande, casi fue Premio Nobel, fue Premio Cervantes, Premio de las Letras, de la Crítica... No ha habido en Jerez, ni habrá, otro escritor como él. Y en España pocos".
Parra recordaba con una sonrisa aquella anécdota cuando Bonald recogió el Cervantes el 23 de abril de 2013, en Alcalá de Henares. "Vino con el Premio, de bronce, me lo entregó y me dijo: "toma, llévatelo para Jerez". Y aquí lo tenemos. Y me paseé por todos los jardines con el premio, me lo traje en mi maleta y hasta me tuvieron que abrir el equipaje para ver qué llevaba ahí, tan grande, tan pesado y de forma redonda. Fue un bonito y divertido recuerdo".
Bonald ha sido incinerado este lunes en Madrid, aunque desde la Fundación creen que finalmente sus cenizas serán trasladadas al Sur.
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