La alegría de vivir coloreado

"Es la alegría de vivir. Aquí hay muchas ganas de vivir entre colores". Así define el arquitecto y pintor gaditano José Manuel Paredes la exposición de sus obras que hoy, a las ocho de la tarde, se inaugura en el espacio cultural 'ArteaDiario' de Diario de Jerez.

"A mí me encanta el color, de hecho yo tardé en descubrir el negro unos dos o tres años. Cuando empecé a pintar, hace más de una década, no lo utilizaba para nada. Y sin embargo, fue un descubrimiento porque equilibra", cuenta Paredes, que asegura que se ha "impresionado" al ver sus obras en otro contexto, fuera del estudio, "estoy muy satisfecho".

Coleccionista de arte y comprador "enfermizo" de libros de pintura, José Manuel empezó a "dibujar sin prisa pero sin pausa. Y al final me gustó toda esta 'algarabía'".

Como si fuera deformación profesional, se intuye la mano del arquitecto en la obra de Paredes, "quizás no en todos los cuadros, pero sí en la forma de componer, de tratar el dibujo que lleva esta pintura, que es mucho. Primero dibujo y luego pinto. Pero meter la pintura en el mundo de la arquitectura..., eso sí es más complicado".

Paredes no descarta nada, especialmente la influencia de otros artistas como Picasso, de quien se considera un seguidor. "Soy un gran visitante de museos y todo esto te va metiendo una forma en la cabeza que se va decantando y sale lo que tenga que salir. Lo mismo expresionismo que cubismo, pero todos con la misma intensidad en cuanto a sus orígenes".

Y aunque parezca que se diluyan abstracción y figuración, en las obras de Paredes "hay un intento de huir de lo primero, casi pánico. Aquí se puja por sacar el formalismo a flote. Tan sólo hay un cuadro abstracto, con una lectura más difícil".

"Mi obra es muy a gusto de todo el mundo, eso digo yo, aunque luego esté diciendo en verdad una salvajada", ríe. "Exponer -añade- en 'ArteaDiario' es para mí un auténtico desafío porque no sabes si lo que estás colgando es adecuado o no, si gustará o no, o si alguien dirá que cómo es que pinto esta botella tan mal. Todo esto no me asusta, pero me preocupa la posible incomprensión de la gente hacia lo que hago. Es difícil explicar la pintura".

Una libreta en el bolsillo de su chaqueta es fiel testigo de la imaginación de Paredes. Lápiz y luego color. Todo para transmitir al público "que la vida está muy bien, que ya tenemos bastantes problemas. Es un mensaje de optimismo entre tanto pesimismo. La fuerza me la da la gente que me rodea, mi familia, mis amigos.... Esto no significa que sea feliz, feliz, sólo que tengo la conciencia tranquila, que no es poco".