El arte de tañer las castañuelas

“Las dos horas se me han pasado volando”. Así se expresa Almudena Quintero tras compartir y adquirir de Angelita Gómez el arte de tocar las castanueñas.

Su participación en el Premio del Público del pasado Festival de Jerez ha servido a esta algecireña para ganar, mediante sorteo, una clase magistral de castañuelas con la maestra jerezana.

Ambas, alumna y tutora, disfrutaron de lo lindo de este encuentro, producido en Diario de Jerez, organizador del Premio del Público, y que este año incluyó entre los galardones concedidos esta curiosa iniciativa. “Es muy bonito dar una clase con alguien que conoce el instrumento, así es más efectivo y sirve para mejorar su formación”, explica Angelita.

Porque Almudena Quintero es profesora de baile en su Algeciras natal, concretamente en la Escuela Municipal, donde trabaja desde hace unos años. “Bailo desde que tenía tres años”, recuerda la joven que no oculta la enorme tradición existente en el seno familiar. “Mi hermano y mi madre bailan y se dedican también la docencia del baile, es algo que en mi familia llevamos desde pequeños”, apunta.

Su encuentro con Angelita Gómez,“es un privilegio”, sostiene, a la que conoce “de las veces que he venido a Jerez, aunque personalmente nunca había tenido la oportunidad de dar una clase con ella. Mi hermano sí, cuando era pequeño y venía a las primeras ediciones del Festival de Jerez, cuando estaba ella y Matilde Coral”, explica.

Durante dos horas, tal y como apuntaba al principio Almudena, ambas compartieron una experiencia que para ella “es muy importante. Yo vengo de la danza española, pero cuando bailo flamenco no he usado las castañuelas”.

Por eso mismo, Angelita reconoce que durante este encuentro “he insistido en que matice, en que le dé el acento flamenco. Tocar las castañueñas en unos caracoles, unos fandangos de Huelva o una seguiriya es precioso y ahí es donde hemos incidido más”, destaca la maestra.

Precisamente, la bailaora jerezana afirma con nostalgia el escaso papel que hoy día se le otorga a las castañuelas dentro de los espectáculos. “Se ven muy poco, la verdad. Los palillos, como le decimos nosotros en el flamenco, no son fácil de tocar y quizás por eso los artistas de hoy día optan por no incluirlas en sus espectáculos. Se está perdiendo, aunque afortunadamente todavía hay muchos artistas que todavía lo conservan”.

“A mí-incide, me encanta ver, por ejemplo, cuando viene al Festival de Jerez el Ballet Nacional de España, sobre todo por comprobar cómo manejan las castañuelas en las coreografías. Ojalá nunca se pierda, porque es algo muy bonito”.