El bello objeto como elemento artístico
EL arte actual tiene muchos registros. Pretender la existencia de una única vía de expresión es algo que, a estas alturas del siglo XXI, es poco probable y muy lejos de los idearios estéticos imperantes. Atrás quedaron los estrictos esquemas representativos sujetos a inamovibles postulados de una creación trasnochada con poquísimas fórmulas de expresión distintas a las que el discurrir del tiempo había mantenido. No obstante, en honor de la verdad, hay, también, que argumentar, que muchas veces, hemos asistido a modos pocos convincentes, amparados en propuestas anteriores que fueron avaladas por la historia y, sentenciadas favorablemente, por los santones manipuladores de lo artístico, que aceptaron como bueno y artístico cualquier mínima experimentación. No es el caso de las objetos que se presentan en esta muestra. Los mismos son elementos que sirven de soporte, bien a una idea para que ésta manifieste sus posibilidades artísticas, bien para que sobre ellos se expanda una realidad pictórica ajustada a una simple manifestación plástica.
La exposición que ocupa los espacios de la Sala Arteadiario responde a unos criterios absolutamente distintos a los habituales; para esta ocasión, los objetos asumen todo el protagonismo. La obra parte de una idea básicamente cósica; la cosa como desarrollo plástico de una idea y como posibilidad creativa para que sobre ella se desarrolle un estamento propiamente pictórico.
La muestra nos sobreviene como de improviso, sin esperar esa particular visión de una realidad llevada a su máxima expresión. Objetos de arbitraria conformación se vuelven más cosas todavía hasta provocar la mirada y la emoción del que contempla, que se siente invadido por la inquietud, por un desasosiego emocional, por un deseo de formar parte final de esa cómplice manifestación de objetos dispuestos para que el espectador, desde su especial intencionalidad, imponga su definitiva e interesada potestad argumental.
Pep Guerrero, Marcos Vidal, Fabian Schalekamp y María Isabel Uribe, cuatro artistas que forman parte del mejor tejido artístico de Mallorca, presentes en los foros más determinantes del arte contemporáneo español, presentan sus trabajos en una muestra fresca, valiente, abierta a los mejores sistemas creativos y generadora de múltiples circunstancias tremendamente atractivas. Obras que crean controversia, que alteran los habituales puntos de vista y que sobre todo, jamás dejan indiferente.
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