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El monasterio de La Victoria entre 1543 y 1615 (y VIII)

Pretérito Perfecto

Manuel Romero Bejarano

24 de mayo 2010 - 16:17

EL claustro conventual, ocupado en la actualidad por la Escuela de Artes, ha sido estudiado, documentándose compras de cantería para esta parte del cenobio en 1646 y 1647. Esto ha llevado a atribuir las trazas de esta construcción a Antón Martín Calafate, que unos años antes había levantado la torre de la iglesia. Sin embargo, se obvian una serie de fechas que podemos encontrar repartidas por el claustro. Como parece lógico pensar, no están ahí por casualidad, sino que hacen referencia al inicio de la construcción de cada panda. En el lado meridional podemos leer bien clara la fecha 1595, cuando se iniciaron las obras. Esto lo podemos probar con documentos, ya que el 19 de julio de ese año el corrector de la casa, Gonzalo de Villalobos, pagaba al cantero sevillano Antonio Rodríguez lo que le adeudaba por 17 mármoles (entiéndase columnas ) destinados a esta obra. Por tanto esta panda se debió levantar en torno al año de la inscripción. El claustro se estructura en dos pisos. El bajo se apoya en columnas de mármol de estilo toscano, sobre las que apean arcos de medio punto cuya rosca presenta un almohadillado rectangular. En las enjutas se marca un triángulo en cuyo centro hallamos una semiesfera de piedra. Sobre la arcada corre un friso decorado con triglifos y metopas. El piso alto se articula mediante arcos carpaneles sobre columnas de orden toscano de mármol, presentando también un almohadillado rectangular en la rosca de los arcos. Hay en Jerez una obra muy similar al piso bajo de este claustro, que es la portada de la celda prioral de la Cartuja de Santa María de la Defensión, que presenta las mismas arcadas de medio punto sobre columnas toscanas de mármol, el mismo entablamento, el mismo almohadillado en la rosca y las medias esferas en el centro de unos círculos en las enjutas, si bien aquí estas esferas son cerámicas y no de piedra. Esta obra fue construida en torno a 1580 bajo el priorato de D. Juan de Santiago, creemos que por el mismo autor del claustro que nos ocupa. Respecto a este artista, hay que señalar que es probable que se trate de Martín Delgado, al que hemos visto colaborar de modo repetido con el convento desde 1589 y con cuyos trabajos parece que la orden estaba satisfecha. No obstante, dejamos este punto en una mera hipótesis en espera de un estudio en profundidad de la obra de Delgado, en la actualidad casi desconocida.

El resto de lados del claustro, aunque no alteran para nada el diseño de la panda meridional, se construyeron en un dilatado periodo. En el frente oriental se puede observar la fecha 1612 y en este caso, también se ha podido documentar la obra que se iniciaba este año. El nueve de octubre de 1613 Gonzalo Martín Corchado (al que, recordemos, ya encontrábamos trabajando en las obras del monasterio en 1586) y su hijo Sebastián García se obligaban a hacer la galería superior (el documento original le da el nombre de cuarto) del claustro del lado del refectorio (es decir, de éste), “y subillo y acaballo en el nibel y parejo del otro quarto que esta fecho correspondiente el uno con el otro desde la primera dansa de arcos [se está refiriendo al piso bajo]”. Además, se comprometían a subir las columnas, ponerles los capiteles y asentarlas, y a enlucir toda la obra.

El la panda occidental encontramos la fecha 1636, que bien pudiera estar relacionada con la obra documentada por Esperanza de los Ríos, si bien en este caso los trabajos habrían empezado en este año y se habrían prolongado durante diez más. Por último, en el lado septentrional del claustro hallamos dos fechas. En el piso superior podemos ver escrito 1689, que pudiera ser la fecha en que se comenzó, y en la arquería inferior está grabado en la piedra el año 1756, que podría hacer referencia a una reconstrucción de esta parte por los desperfectos sufridos tras el terremoto de Lisboa que sacudió esta zona (además de la capital de Portugal) en 1755.

Para concluir, diremos que la últimas noticias que tenemos sobre la construcción de capillas en la iglesia del convento que conocemos se remontan a 1612. El albañil Antón Martín de Burgos se obligaba a levantar una capilla para Pedro García Celis, junto a la capilla propiedad de Leonor Dávila, viuda de Hernando Cerfate. Al año siguiente el mismo albañil, que aseguraba hacer concluido la obra anterior, se comprometía con el mismo García Celis a hacer una capilla idéntica para incorporarla a la otra. Martín de Burgos trabajó en Jerez y su comarca a inicios del XVII. entre otras obras menores, sabemos que realizó el desparecido refectorio del monasterio de la Merced de Jerez.

Hasta aquí hemos incluido varios contratos para construir y reformar capillas en la iglesia del monasterio, e incluso hemos dicho que existe una suerte de nave lateral ocupada por la cofradía que en su día fueron las citadas capillas. Por desgracia, la reforma del XX alteró mucho esta zona, quedando sólo a salvo (y no del todo) tanto la sacristía, como el tránsito que la unía a la iglesia, situados al final de este espacio. Antes, hallamos siete tramos de bóveda vaída. Los cuatro primeros, en el lugar que debió ocupar la primitiva capilla de la Soledad, están muy transformados, revocados y se separan entre sí por arcos de medio punto. Los otros tres tramos, separados de estos por un muro, conservan mejor su estructura original. Aquí se puede apreciar la piedra de las bóvedas, e incluso podemos ver en ellas unos rehundimientos que recuerdan tanto a la sacristía como al refectorio, por lo que es probable que se deban a la mano de Martín Delgado y Pedro Martín. Pero poco más podemos decir de ellas, ya que, aunque dos tienen escudos de armas, la piedra está tan deteriorada que resulta imposible identificar a qué linaje pertenecieron.

En los setenta años que hemos analizado prácticamente quedó construido todo el convento. Fuera de este periodo tan sólo son destacables la reforma de la iglesia y la construcción de la torre, obras ambas de mediados del XVII que excluimos de este trabajo, por que ya han sido muy bien estudiadas por Esperanza de los Ríos, a cuya tesis remitimos al lector.

NOTAS

1. RÍOS MARTÍNEZ, Esperanza de los: Op. Cit. p. 221.

2. A.P.N.J.F. 1595. Oficio I. Rodrigo Montesinos. Fol. 362. 19 de julio.

3. SANCHO DE SOPRANIS, Hipólito: Introducción al estudio de la arquitectura en Jerez. Jerez. Guión. 1934. pp. 46 y ss.

4. A.P.N.J.F. 1613. Oficio VIII. Juan Bautista Busoño. Fol. 610 y ss. Citado por JÁCOME GONZÁLEZ, José y ANTÓN PORTILLO, Jesús: Op. Cit. p. 109.

5. A.P.N.J.F. 1612. Oficio III. Martín de Trujillo. Fol. 626 y ss. 7 de julio. Citado por JÁCOME GONZÁLEZ, José y ANTÓN PORTILLO, Jesús: Op. Cit. p. 107.

6. A.P.N.J.F. 1613. Oficio XIII. Diego de Medina. Fol. 303 vto. y ss. Citado por JÁCOME GONZÁLEZ, José y ANTÓN PORTILLO, Jesús: Op. Cit. p. 107.

7. Ibidem.

8. RÍOS MARTÍNEZ, Esperanza de los: Op. Cit. pp. 198 y ss.

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