Arte

El viejo oficio de la tonelería y la creación artística funden sus fronteras

  • Los artistas granadinos Belén Mazuecos y Pedro Cuadra, autores de las dos nuevas botas intervenidas de la colección 'ART/ON. Arte y Tonelería'

El proyecto 'ART/ON. Arte y Tonelería', que tiene el empeño claro de unir dos ancestrales oficios, el de la tonelería y el artístico, sigue su marcha a pesar del paro que ha supuesto la pandemia.

Dos medias botas jerezanas - quince arrobas cada una - vieron este miércoles en la Bodega San Ginés del Consejo Regular del Vino la luz en un acto que contó con la presencia del presidente del Consejo, César Sáldaña, y del consejero delegado de la empresa jerezana TEVASA, Narciso Fernández Iturrospe. Han sido intervenidas, esta vez, por dos pintores granadinos de suma importancia y máxima trascendencia en el panorama artístico de la ciudad de la Alhambra: Belén Mazuecos y Pedro Cuadra; ambos pertenecen al grupo de artistas que, desde Granada, están dando días de gloria al arte español contemporáneo.

Las nuevas botas que engrosarán la colección ART/ON permanecerán expuestas en la Bodega del Consejo Regulador, sede expositiva de la colección, junto con las seis que, ya, componen este conjunto único en el que el arte contemporáneo se da la mano con el antiguo y noble oficio tonelero. A las realizadas por José Manuel Reyes, María Luisa Rey, Juan Ángel González de la Calle, Pepe Márquez, Jesús Rosa, Manuel del Valle se unen estas nuevas que tendrán, pronto, si el estado sanitario lo permite, su continuación en dos nuevas realizadas por los profesores de la Escuela de Arte, Carmen Chofre y Guillermo Bermudo.

La intervención de Belén Mazuecos nos adentra por una pintura reflexiva en la que conceptos muy importantes como son el vino, el recipiente que lo contiene, la Historia del Arte, la propia del jerez sirven a la artista para profundizar en hechos que van más allá del propio sentido que subyace tras una bota de vino. En ella representa inmensidad de un mar en la oscuridad de la noche. En esa absoluta negrura se adivinan restos de un naufragio; a la derivan navegaba una desfonda caja de embalaje para obras de arte que amenaza con hundirse; de ella se han salido varios fragmentos de esculturas clásicas: el rostro de un dios Baco, la cabeza de la Medusa, trozos de una Venus, los pies de un Coloso. La artista interpreta esta imagen apocalíptica del naufragio como la decadencia de nuestra civilización que va a la deriva. Parece como si la artista quisiese hacer transparente la bota para ofrecer diáfano el contenido, el vino que es, a su vez, una obra de arte. También el paso del tiempo está presente en la iconografía de la bota; el tiempo que envejece el vino, el tiempo que exige la producción y contemplación de las obras de arte, el tiempo que erosiona la piedra, la vida.

Por su parte, la bota de Pedro Cuadra centra su trabajo en la visión de los antiguos tapices que tenían como función utilitaria la de aislar las paredes de los salones medievales de las inclemencias del tiempo. Su tamaño y su fuerte tejido servían de perfecto aliado contra las humedades y los fríos reinantes. De esta manera, Pedro Cuadra escoge el tapiz como medio de envoltura que protege esa realidad física que es la bota y su augusto contenido. Al mismo tiempo realiza un cariñoso homenaje a ese ancestral oficio tonelero que no debe ser sustituido y continuar su función. El artista ha envuelto la bota con un tapiz como los realizados en Flandes durante el siglo XVI. Su pretensión es rendir homenaje al viejo oficio maderero y a los trabajadores que lo hacían posible, para ello ha pintado unos pájaros carpinteros que aparecen como el símbolo de esos esforzados trabajadores de la madera.

La colección ART/ON continúa su proceso; se va haciendo grande y tiene una clara vocación de futuro. La exposición en la sede del Consejo Regulador del Vino ha sido todo un acierto para que este proyecto cultural pueda llegar a todos y ser contemplado siempre que se desee.

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