Pinacoteca de papel

El último viaje

  • Historia de la tercera expedición, de Roma a Jerez, del baldaquino de la iglesia de Santiago

  • 355 kilos de mármol labrado, 394 de esculturas y 24 de plata maciza

Parte marmórea que alberga al sagrario de bronce y plata expoliados. Parte marmórea que alberga al sagrario de bronce y plata expoliados.

Parte marmórea que alberga al sagrario de bronce y plata expoliados.

La segunda expedición fue la de más riesgo para la integridad física del baldaquino de Santiago pues, como comenté en el artículo anterior, una vez atracado el buque Alcira en el puerto de Cádiz, hubo problemas con el desembarque de los bultos. Por un extraño movimiento de la barcaza donde se estaban depositando las cajas, ésta volcó y 11 de las 15 cajas cayeron al agua. Gracias a la rapidez y destreza de los operarios del muelle pudieron rescatarlas sin daños. El día 16 de noviembre de 1905 la Iglesia de Santiago recibe con júbilo a la segunda expedición.

Aquel júbilo expresado por el “comité de recepción”, esa alegría en los rostros de los presentes que esperaban con ansiedad e impaciencia el acontecimiento, se vio entristecida por el percance acaecido. Al descargar, en el templo, las pesadas cajas del carro que las transportaba desde la estación de ferrocarril, una de ellas se desplazó indebidamente cayendo aparatosamente sobre el pie del carrero José Alcocer, quien perdió la movilidad normal de su pierna derecha. Curiosamente fue la caja que flotó cuando naufragó la carga en el desembarque. Toda la parte marmórea del sagrario, pesados bloques, cayó sobre el desafortunado carrero.

Casi tres meses más tarde, el día 23 de febrero de 1906, zarpa desde Roma con destino Jerez, una tercera expedición con 355 kilos de mármol labrado repartido en tres cajas, perfectamente embaladas y protegidas por lo delicado del trabajo; 394 kilos en esculturas de bronce embaladas y distribuidas por tamaños en cinco cajas y otra última caja de 24 kilos que contenía galces, bastidor y embisagrado, todo ello en plata maciza, para el sagrario, una caja protectora en chapa de bronce, también para el sagrario, y más filigranas de bronce para el plan de altar. En total nueve pesados y delicados bultos cuyo contenido formarán parte del baldaquino en su función principal de altar mayor en la iglesia de Santiago el Real y del Refugio de nuestra ciudad.

El buque a vapor elegido y contratado por don José Luis Gallegos Arnosa, a través de la compañía de navegación ‘La Bética’, de Sevilla, sería el vapor ‘Játiva’, propiedad de la misma compañía que los anteriores. Construido en 1880 por J. R. Eeadhead & Co. Ltd. En Soutd Shields, Inglaterra, por encargo de la Compañía Valenciana de Navegación, de 67,66 metros de eslora y 9,45 metros de manga, fue botado en septiembre de 1880. El buque ‘Játiva’ o ‘Xativa’ fue el primer buque a vapor de España que cambia el sistema de propulsión a vapor. En 1922 cambia su sistema de propulsión a vapor, de carbón, por un motor diesel de 4 tiempos fabricado en Amsterdam. Fue desguazado en Vigo en 1931. El ‘Játiva’ atraca en el puerto de Cádiz el día 5 de marzo tras una singladura tranquila y sin incidentes. La preciosa carga fue asegurada por 34.000 Frs.

Don José Luis Gallegos Arnosa nació en la calle Escuelas número 27 de Jerez, en 1880. Fruto del matrimonio formado por Adolfo Gallegos y Petra Arnosa, ambos hermanos de José Gallegos y Francisca Arnosa, respectivamente, padres, estos últimos del pintor y escultor jerezano José Gallegos Arnosa. En 1890, don Adolfo Gallegos, capataz como su hermano de una de las bodegas de la familia Garvey, en Jerez, acepta la oferta de trabajo propuesta por una empresa vinatera de Sevilla y traslada su residencia a la capital hispalense. Así, José Luis, con sólo diez años, se encuentra con un entorno algo más diverso y abierto del que está acostumbrado. Chico ágil e inteligente sabe integrarse y aprovecha las oportunidades que el cambio le ofrecía, descubriendo otras formas de divertirse y admirándose de la facilidad con la que estaba dotado para os idiomas. Dada la capacidad intelectual del joven, con poco más de 16 años, sus padres deciden enviar a José Luis a Oxford, Inglaterra, para cursar estudios superiores equivalentes en España a Comercio o Empresariales al grado de Profesor Mercantil, e idiomas.

Además de demostrar dicha capacidad para el aprendizaje, descubre una nueva pasión en el deporte nacional en auge en Inglaterra: el fútbol del que se hace un gran aficionado y buen jugador. Hasta tal punto su afición que una vez vuelto a Sevilla, en 1905 José Luis Gallegos, junto a otros personajes importantes, fundó el ‘Sevilla Fútbol Club’ del que sería su primer presidente… pero esa es otra historia.

En 1902 José Luis Gallegos regresa a Sevilla donde se establece como agente de aduanas y consignatario de buques. A pesar de los 23 años que les distancia, la muy cordial y cariñosa relación que existe entre los dos primos José y José Luis Gallegos Arnosa, además del respeto y admiración que ambos se profesan, hace inevitable la ayuda que José Luis ofrece a su primo escultor, y éste acepta a la hora de aconsejarle sobre el delicado traslado del baldaquino desde Roma a Jerez, las naves el las que debían ser transportadas, la idoneidad de las mismas por sus características y seguridad, etc. Por todo ello, el traslado del monumento se realizó bajo las expertas indicaciones de José Luis Gallegos.

Y algo más respecto a esa relación tan particular es el hecho de que para el Mercado del Arte en Buenos Aires, que al principio del S.XX era incipiente, fuesen tan importantes las obras de José Gallegos Arnosa, nuestro también paisano Salvador Sánchez Barbudo, Salinas, Poveda, Barbasán y otros amigos y colegas en la boheme romana del gran Gallegos, todos con valor en alza. La repercusión que en América tenía este mercado, de moda en Roma, Anzio o Venecia de la pintura preciosista de pequeño y mediano formato tan del gusto de la alta burguesía europea, hacía imprescindible que, en sus viajes a Europa, para los magnates y ricos comerciantes porteños fuese de obligado rigor su visita a Roma, Venecia y Nápoles.

Todo ello contribuyó en Buenos Aires, a la transformación en un verdadero Mercado del Arte a aquella política de bazar, de exposiciones de trastienda y tímidas muestras cuyos locales y escaparates estaban dedicados a otros menesteres, que funcionaba sin reglas de mercado ni autoridades expertas. A partir de entonces la pintura de nuestros artistas novecentistas comenzó a conquistar los salones de la alta burguesía porteña y argentina. José Luis Gallegos se implicó en la difusión de la pintura jerezana en América.

“Por orden del señor Profesor José Gallegos Arnosa del día 7 de Mayo de 1906, le comunicamos el envío de 10 cajas de esculturas de mármol, dos cajas de esculturas de mármol (calados y filigranas) y 5 cajas de esculturas de bronce. En total 17 bultos , todo ello asegurado en 60000 frs, que han sido embarcados en el Buque vapor ‘Le Petite Vapeur’, el cual zarpará de Roma con destino Cádiz (España) hoy 16 de Mayo de 1906”. Este es el telegrama que envía C. Stein Maisón Expeditión desde Roma y a través de R. Sobrino en Cádiz, a don Guillermo Garvey Capdepon.

El día 27 de mayo de 1906, la empresa R. Sobrino, de Cádiz notifica la llegada sin incidencias del buque ‘Petite Vapeur', al puerto de Cádiz . Tras sufrir todos los trámites burocráticos de costumbre, la valiosa mercancía es desembarcada y posteriormente embarcada en tren con destino Jerez. El 29 de de mayo de 1906  llega a Jerez, procedente de Roma. José Gallegos Arnosa llega para dirigir las obras de instalación de este maravilloso puzle. El 16 de Junio de 1906 la carga de la última expedición es depositada en el templo. Termina así la aventura marinera de este baldaquino inquieto.

Dice Mariano Pescador en su ‘Guía Artística de Jerez de la Frontera’ ( J. Haro 1909), que la mesa de altar del baldaquino se construyó en París, pero a estas alturas y después de tanto tiempo de investigación, no tengo constancia alguna de este hecho, ni de ninguna expedición procedente de Francia entre 1900 y 1907 ni facturas, ni documentos que haga referencia y pueda confirmarlo. Lo que sí podemos confirmar es su autoría.

Procedente de Roma, en la primera expedición vía Livorno, el buque Cabañal atraca en Cádiz el 20 de mayo con su preciosa carga entre la que se encuentra la mesa de altar. En la parte inferior izquierda de la mesa de altar, hay una inscripción grabada en el mármol, en idioma francés que reza así: “L. VORLINDEN. SCULPTEUR MARBRE”. Fue un excelente y afamado artista que trabajaba el neoclasicismo escultórico con una exquisitez asombrosa . De origen flamenco, localizo su obra en Nápoles Roma y Venecia a principio del S.XX.

Por fin, en agosto de 1906, y bajo la dirección del profesor José Gallegos Arnosa, se inicia el plan de altar y el andamiaje, pues las obras de cimentación que soportará todo el monumento comenzaron el 15 de junio de 1905. Concluyeron el 19 de julio de ese mismo año.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios