Cultura

El pintor de batallas La vida después de la guerra

  • El cordobés afincado en Sevilla Antonio Álamo adapta la novela de Pérez-Reverte Alberto Jiménez y Jordi Rebellón protagonizan la obra

Por primera vez una novela de Arturo Pérez-Reverte se lleva a la escena. Es El pintor de batallas y el montaje, con dirección y adaptación de Antonio Álamo e interpretada por Alberto Jiménez y Jordi Rebellón, acaba de tener una gran acogida en el Gran Teatro de Córdoba. El protagonista, Faulques, es un fotógrafo de guerra que tras 30 años de profesión ha adquirido una torre en cuyas paredes circulares trabaja en su última obra, en la foto que no pudo hacer: una pintura al fresco con la que pretende desplegar las reglas implacables que sostienen la guerra como espejo de la vida. Faulques recibe la visita de un desconocido cuyo rostro, sin embargo, ha visto miles de veces. Es el rostro de la derrota: Ivo Markovic, un croata al que disparó con su cámara en Vukovar y gracias al cual obtuvo un prestigioso premio de fotografía. Ha venido a matarlo. Pero antes necesita que comprenda ciertas cosas.

"Leí la novela prácticamente recién salida y desde el principio me impactó bastante la historia -explica Álamo-. Siendo una novela de Pérez-Reverte, la peripecia estaba casi exenta y había una enorme concentración de personajes y espacial. Casi desde el minuto uno intuí que ahí había una pieza teatral. Hace unos meses surgió la posibilidad de levantar este proyecto, Arturo dijo que sí desde el principio y me dio patente de corso para trabajar con la novela y traducirla a un lenguaje teatral".

El pintor de batallas, apunta Álamo, "es una obra realmente compleja, trata un montón de temas y sobre todo una serie de dilemas morales casi irresolubles: las preguntas que plantea son las que se viene haciendo el hombre desde el principio de los tiempos: ¿estamos predestinados?, ¿existe el azar?, ¿juega Dios a los dados? Otra cosa muy atractiva de la novela es que desde un punto de vista de trama, lo que la sustenta es la teoría del caos, no como una mera exposición de la misma sino inserta absolutamente en el desarrollo".

La historia está protagonizada por "dos personajes muy intensos que arrastran un pasado difícil de soportar; desde una primera toma de contacto lo que hay aquí a fin de cuentas es un duelo a vida o muerte entre dos personajes inmensos y con poderosas razones para existir y para morir".

"El trabajo con los actores ha sido apasionante", subraya el director cordobés afincado en Sevilla. "Cuando uno se pone a hacer una obra que jamás se ha hecho -explica-, la primera obligación es la exploración del texto, y la he podido hacer con Alberto y con Jordi, conociendo la obra a partir de los ensayos. Les insistía mucho en que no nos cansásemos de interrogar al material, de forma que hasta el mismo día del estreno había preguntas que estaban colgadas en el aire, preguntas importantes a las que es difícil dar una respuesta taxativa".

Uno de los elementos importantes del montaje, que cuenta con escenografía y vestuario de Curt Allen, es "la pintura mural que va desarrollando Faulques, porque El pintor de batallas es también la historia de cómo se hace un cuadro". Álamo ha contado con el pintor Ángel Haro para plantear un código estético "no tan clásico como el de Pérez-Reverte". El mural resultante es "una obra extraordinaria".

Rebellón es Faulques, el pintor que recibe la visita. El actor afirma que cuando le proponen un papel lo clasifica a partir de parámetros futbolísticos: "Me digo que es de Segunda División, de Tercera... Cuando me llegó este, dije: 'Es Champions League total'. Y no dudé en decir que sí. La adaptación que ha hecho Antonio Álamo de la novela es fantástica, y el texto es maravilloso. Ha sido un trabajo de equipo y todos hemos aportado cosas. Hemos apostado mucho por este proyecto".

Faulques es "un personaje que ha visto de todo y está de vuelta de todo" en una obra en la que "la culpa está bastante presente". Un personaje que "tiene un mundo interior que está por conocer, y en el desarrollo de la función lo vamos conociendo. Lo más bonito de hacer teatro es el ensayo: es cuando creas al personaje, creas la historia y los llevas a tu terreno. Luego, en las funciones, vas ajustando, pero en los ensayos es donde construyes", afirma el catalán.

El pintor de batallas se estrenó el pasado día 7 de octubre en Valladolid, y ya se ha visto en Aranda de Duero, Córdoba -donde las críticas destacaron la intensidad literaria y las interpretaciones de la propuesta- y Segovia. Dentro de la gira que hará por la geografía española, el espectáculo se podrá ver en los Teatros del Canal, en Madrid, en marzo. Aún no hay fecha cerrada para Sevilla.

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