Sabios postulados cerámicos
Diario de las Artes
Candela Campuzano
Espacio Abierto (Jerez)
Con una temporada muy bien estructurada -Rodrigo Báez, Paqui García, José María Rojas, Anael Tena, José Pedraza, Pepe Solera, Sandra Pavía, Margot González, Teresa Puerta y, ahora Candela Campuzano-, con los abiertos postulados de la plástica actual definiendo correctamente sus posiciones plásticas y estéticas, abriendo los caminos expositivos a los más jóvenes y canalizando la producción de los que no tienen espacio difusor, la galería de Lucía Franco pone fin al curso con una muestra que se sale de los planteamientos habituales de la expresión -pintura y escultura, sobre todo- y manteniendo una realidad acertadamente establecida en los parámetros de la sensatez artística. Porque, como hemos dicho en muchas ocasiones, el gran problema del sistema artístico actual es la repetición incesante de lo mismo, las exposiciones paralelas unas a otras, los planteamientos con pocas diferencias, las fórmulas tradicionales muy agotadas en sus propios sistemas tan repetidos. Por eso, es necesario que los programas expositivos estén henchidos de aires frescos, de ilusión en los postulados de los artistas y las composiciones desarrolladas con conciencia artística y solvencia formal.
En la céntrica sala de la calle Alvar López, desde un primer momento, los buenos recursos artísticos que actualmente transcurren en el paisaje del arte han tenido un preclaro discurso y han dejado constancia de que, hoy, en lo artístico, todo es susceptible de patrocinar una adecuada posición si el ejercicio creativo posee los mínimos elementos compositivos, si la forma plástica se adecúa a una idea o a un concepto claro, si el autor es consciente de su posición y accede con seriedad, respeto y verdad, sin imposturas ni divismos absurdos de los que se creen dioses superiores. El arte es difícil pero cuando la sensatez es manifiesta, sin efectismos ni mentiras, la buena realidad del gran arte surge con autenticidad, profundidad y verdad.
Candela Campuzano es una joven artista jerezana, nacida en una familia de artistas con mayúsculas -es hija del genial actor teatral Gaspar Campuzano-, formada en las siempre difíciles circunstancias de la cerámica, teniendo, al mismo tiempo, infinito interés por el diseño de interiores. La plasticidad que se desprende del medio cerámico sería el punto de partida para encauzar un trabajo artístico donde el elemento conformador es la base sustentante de toda su obra y el núcleo donde se apoya las piezas que se presentan en la galería jerezana. Su obra nos descubre a una creadora nata que une un sabio concepto desde donde partir a una resolución muy acertada que huye de los habituales sistemas interpretativos para situarse en los medios de una lúcida realización cerámica con fórmulas creativas bien conjuntadas en fondo y forma.
Vayamos por parte. En primer lugar, para llevar a cabo este trabajo parte de un establecimiento creativo riguroso, bien sustentado plásticamente, con un dominio muy acentuado del medio que permite resolver cualquier situación. Y Candela Campuzano conoce el paño, sabe el poder conformador de la materia y ajusta los múltiples compromisos que ésta -la materia plástica- plantea a una idea que es de suma importancia como germen impulsor del trabajo final. Es, al mismo tiempo, artista culta, y se siente atraída por las ilustraciones científicas médicas, sobre todo, por aquellas que tienen a la anatomía y a la neurología como centros de interés. Por eso, la obra de Don Santiago Ramón y Cajal, sus estudios, sus dibujos, sus infinitas ilustraciones, son espejos donde mirar para, posteriormente, llevarlas a su intencionalidad plástica y artística.
Candela Campuzano realiza una obra distinta, pulcra en composición, acertada en distribución formal, juiciosa en el contenido expresivo y resolutiva en la función artística. La autora jerezana no es una artista al uso, ni siquiera una sagaz ceramista que hace obras habituales en este tipo de materia artística; es creadora poderosa, conocedora del medio plástico y, sobre todo, con una idea clara sobre lo que quiere: ahondar en el conocimiento humano a través del medio científico que lo impulsa, para patrocinar una obra preclara, sutil y rigurosa, que mira en elementos científicos, esos que no son visibles para la mirada pero que son el fundamento generador de todo; principalmente de su contundente trabajo.
Vuelvo a insistir en que me interesan mucho los artistas nuevos que saben lo que quieren, que son serios hacedores de un asunto diferente y atractivo y que aportan frescura a un arte demasiado anquilosado. Candela Campuzano lo es. Por eso, su obra se nos presenta distinta, bien concebida y muy sabiamente dispuesta desde registros materiales meticulosos que han de ser muy bien planteados para que unos generen la necesario emoción plástica y estética. En esta exposición se nota la solvencia creativa de una artista con mucho que decir.
Termina una nueva temporada en una galería donde el arte nuevo, de los que son entusiastas, de los que quieren y saben encontrar acomodo en el arte bueno. En Espacio Abierto siguen límpidos y anhelantes los horizontes.
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