Cultura

La singularidad de Jerez en el tránsito del franquismo a la democracia

  • El investigador Manuel Ruiz Romero ofrece una conferencia en el Ateneo de Jerez sobre la gestión de los diferentes alcaldes de la ciudad, desde García Figueras hasta Pedro Pacheco

  • El primero de los que vendrán

Manuel Ruiz Romero, durante su conferencia en el Ateneo de Jerez.

Manuel Ruiz Romero, durante su conferencia en el Ateneo de Jerez.

Dentro del VIII ciclo 'El Documento del Mes' que celebra el Archivo Municipal y el Ateneo de Jerez, la sede de este último acogió este martes la intervención del doctor Manuel Ruiz Romero, que ofreció un primer acercamiento al Cabildo de nuestra ciudad durante los últimos años del franquismo y su paso por la reforma política, el periodo constituyente hasta la convocatoria de las primeras municipales democráticas. En sus últimos instantes, coincidiendo con la creación de la Junta de Andalucía preautonómica (mayo de 1978) y los inicios del proceso estatuyente. 

La ponencia de Ruiz Romero giró alrededor de la gestión de los diferentes alcaldes de Jerez, desde García Figueras, hasta la llegada de las primeras elecciones democráticas con Pedro Pacheco, cronológicamente, entre 1958 y 1979. La exposición fue un avance, una primera síntesis a partir de una línea de investigación que desarrolla su autor analizando la labor de la primera institución local, sobre la que ha puesto de manifiesto el ponente la ausencia de investigaciones sobre la primera institución local, mientras que en otras materias la ciudad cuenta con una suficiencia notable de estudios. 

En palabras del conferenciante, "el Ayuntamiento de Jerez fue un ejemplo paradigmático de lo que fue el periodo del tardofranquismo, en el que el poder local pasa de la sumisión y dependencia propia del franquismo, a un tiempo de parálisis institucional a la espera de que culminase la redacción y puesta en marcha de la Carta Magna y la convocatoria de unas elecciones municipales democráticas que fueron insistentemente reclamadas desde los partidos de la oposición". 

En pocas palabras, "el Ayuntamiento pasa de ser una entidad en cierto modo rehén o bien tutelado de grandes empresas bodegueras, a convertirse en el primer actor de la vida local de la ciudad. Ese aparente liderazgo se ve condicionado, como bien ocurre en el resto del Estado, por el cambio de régimen y el tránsito hacia la conquista de una democracia local, de manera que determinados proyectos quedarán condicionados hasta la llegada de las elecciones municipales".

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