NO hace mucho, uno de los responsables de la sociedad promotora de unas obras que estábamos terminando se quedó parado mirando un acerado que habíamos construido y que coincidía exactamente con la prolongación de una doble hilera de árboles existentes. Parece hecho a propósito, comentó. Permanecí mirándole sonriendo e inmediatamente cayó en la cuenta: había sido hecho a propósito. El dibujo de los proyectos nos permite establecer ésta relación y otras más transcendentes entre la realidad y la obra nueva. Es una de las funciones de la arquitectura y de otras disciplinas que utilizan el dibujo como instrumento para la conversión de las ideas en objetos reales: una ciudad, un edificio, una calle, un automóvil, un puente, un envase...

Por otra parte, ver las cosas desde arriba, a la distancia suficiente, ha sido y sigue siendo uno de los mayores placeres de los que se pueden disfrutar en la vida. Hasta hace poco, esa visión cenital estaba restringida para la mayoría de nosotros. Tenían acceso a ellas, además de Dios, los pilotos de aviones y helicópteros, los intrépidos viajeros de globos, y los osados practicantes del parapente y de otros arriesgados aparatos voladores. También estaba disponible para ángeles, pájaros y astronautas. El resto de los mortales apenas podíamos disfrutar de una visión fugaz del Ensanche de Barcelona en los pocos segundos en que el avión enfilaba desde el mar hacia el aeropuerto o de la visión nocturna de una constelación de luces que constituyen lo que se conoce como La Gran Bruselas, gracias también a una escapada en avión. España a vista de pájaro, esa estupenda serie de televisión española, o publicaciones del tipo "Irlanda vista desde el aire" (o cualquier otro país), también nos han permitido observar y reflexionar sobre el espacio en el que nuestras vidas se desarrollan, la frágil (en la medida que vulnerable) y hermosa corteza terrestre.

Sin embargo, san Google y otros programas informáticos nos están permitiendo observar el mundo desde las alturas cada vez con más precisión, nitidez y calidad. Es por eso que a partir de hoy la sección Mortero Bastardo se intercalará con otra nueva que identificaremos como A Vista de Pájaro, en la que publicaremos alguna foto de lugares que nos susciten algún comentario que pudiera resultar de interés para los realizadores y lectores de esta página sobre la Intangible Belleza.

La foto con la que se inicia A Vista de Pájaro pertenece al libro 366 días para reflexionar sobre nuestra tierra de Yann Arthus-Bertrand. Es la correspondiente al 3 de Noviembre de un año cualquiera. Muestra las Tumbas Reales del Wat Phra si Samphet en Ayutthaya, Tailandia. Son unas espectaculares construcciones funerarias edificadas a partir del siglo XV. El budismo es la religión del 95% de los tailandeses. Si se observa la foto con detenimiento, delante de la construcción el medio caminan dos personas, que permiten imaginar la escala de las tumbas. El mástil anillado simboliza las etapas por las que el hombre tiene que transitar antes de acceder al Nirvana.