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El Euríbor a 12 meses, la referencia más utilizada en las hipotecas con interés variable en España rondó fugazmente el 4% en marzo, cuando se descontaba que el BCE elevaría su tipo efectivo (el de su facilidad de depósito) al 4,0%, y que lo mantendría en el 3,5% durante 2024. Pero las turbulencias en el sector bancario han rebajado esas expectativas en medio punto, haciendo que el Euríbor se relaje hasta el 3,8%. Sin embargo, la persistencia de las presiones inflacionistas y salariales nos hacen prever que el BCE volverá a subir sus tipos en la reunión de junio, y que podría no recortarlos hasta avanzado el próximo año. Si a esto se une una prima de riesgo interbancaria algo más alta de lo normal, los modelos de estimación apuntan a que el Euríbor a 12 meses se sitúe durante algunos meses entre el 4,1% y el 4,3%. Una duda recurrente es si, tras el drástico encarecimiento de las hipotecas, conviene más contratarlas con interés fijo o variable. Con el tipo interbancario a 20 años rondando ahora el 2,8%, los argumentos están equilibrados, y dependerá de la persistencia de la inflación y la política monetaria restrictiva. Pero, con las economías de la Eurozona tan endeudadas y con un crecimiento potencial débil, cabe esperar que el BCE vuelva a tipos reales (no nominales) negativos en el largo plazo, haciendo que las hipotecas variables acaben resultando algo más baratas.
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