EL fútbol patrio, en su máxima categoría, está compuesto por un total de veinte equipos, de los cuales dos son los que siempre aspiran a ganar, Madrid y Barça. De vez en cuando aparecen algunas alternativas que rompe el clásico bipartidismo futbolístico. Más o menos como ocurre en la lucha por el gobierno de España, el clásico PSOE vs PP.

Debido al más que considerable e interesado esfuerzo de las últimas décadas, por parte de los catalanes y burdamente repicado por españoles, los enfrentamientos entre estos dos clubes, clásico de España, se han convertido en una arena de enfrentamiento político ente los separatistas catalanes y el resto de España. Solo debería ser un gran partido de fútbol, pero es algo muy clásico entre nosotros convertir nuestras disputas ideológicas en algo más físico y contundente, como el clásico goyesco duelo a garrotazos.

Este año, el duelo llegaba menos politizado (eso es muy bueno) pero un pelín descafeinado, sobretodo por el lado barcelonista, que a última hora, poco antes de comenzar la liga, perdieron el alma mater y estandarte blaugrana de los último quince años. Lionel Messi se marchó al PSG porque, como se venía hablando, el Barça estaba y está sumido en una tremenda crisis económica. El clásico tres por ciento del político independentista catalán lo  habían adaptado en el Barça al mercado futbolístico, favoreciendo la bancarrota de la entidad. ¡Bueno! también ha llenado como si fueran los de Puyol, muchos bolsillos de los que se dan golpes de pecho y mueren por el Barcelona.

Lo bueno para el equipo blaugrana es que esta paupérrima situación financiera ha obligado a su entrenador, Ronald Koeman, a mirar hacia esa maravillosa cantera que todavía posee la entidad. Ansu, el nuevo estandarte, más Pedri, Gabi, Nico y alguno más. Ya hablé hace unas semanas que ahora es cuestión de paciencia, toca una travesía por el desierto para el barcelonismo.

Barça vs Madrid y viceversa han llegado a copar el máximo interés del planeta fútbol, sobretodo en esta época reciente cuando esos enfrentamiento situaban en el terreno de juego a los mejores jugadores del mundo capitaneados por Messi y Cristiano. Ahora el interés mundial vuelve a situarse en la ‘Premier League’ británica. Pero el clásico español seguro volverá a ser el encuentro más esperado del año. Tiempo al tiempo.

El otro día escuché, creo que fue a un periodista valenciano, que Madrid y Barça son siempre los más beneficiados por los arbitrajes, incluso mediando el VAR.  Que es muy clásico en la liga que la justicia arbitral favorezca a los dos grandes. Yo pienso que para decir eso habría que realizar un estudio serio que lo avale. Ahora bien es muy cierto en este país ultra democrático que solo sean dos partidos ‘PPSOE’ los que nombren y se repartan los jueces principales que arbitran la sociedad española. Curiosamente es un clásico muy clásico, en la política y en el fútbol español siempre suele ganar uno de los dos. En esta ocasión le tocó en un partido abierto imponerse al Real Madrid por un gol a dos.