La Crestería

Manuel Sotelino

Cofradías en positivo

Incluso se dice que las glorias y vísperas podrían quedarse sin reparto de las sillas

26 de noviembre 2017 - 02:02

La cosa anda regular para la gente del campo. Las lluvias son necesarias y los pantanos comienzan a llegar a sus niveles mínimos. No es una broma. Recuerdo aquellos años de primero de los noventa en los que no caía una gota ni por casualidad. El recordado Chiquito de la Calzada hubiera dicho que fueron años en los que las ranas iban con cantimploras. Había restricciones de agua y en verano tenías que venirte de Valdelagrana a media tarde para pillar ducha con agua que salía del grifo con cierta presión.

Aquellos años de sequía propiciaron que las cofradías salieran durante años en Semanas Santas sin lluvias de pitón a rabo. Nadie se cuestionaba planes de agua y apenas se pedían predicciones a La Parra. Después llegó el nuevo milenio y con él auténticas semanas de infarto cuando las cofradías salían a la calle.

Parece que el ciclo se repite. Esperemos que no se dilate en años de escasas aguas porque es necesaria. Sin embargo, en lo que parece que la sequía se resiste es a la actualidad cofrade. Siempre tendremos carreras oficiales, reparto de sillas y plenos de la Atalaya con lo que distraernos. Ahora parece que se dice que, si sobran palcos, la solución podría pasar por elevar el precio a los que queden y despedir a los abonados ubicados en Aladro. Incluso se dice y se comenta que las hermandades de gloria y de vísperas se podrían quedar sin reparto al haber menos recaudación. Y asunto resuelto. Sin embargo, de llevar a cabo esta locura, los que nos podría venir sería una auténtica borrasca en forma de cirros, cúmulos y estratos. Podría llegarse al punto de que las cofradías no salieran. Pero no por motivos de lluvia física, sino por el temporal que podría venir, no de Sanlúcar, sino más bien de Bertemati.

stats