El parqué
Jaime Sicilia
Tono pesimista
La Crestería
Me lo No es un policía, aunque sí parece un superhombre. Se trata de Miguel Ángel Montero Jordi, vicario judicial de la Diócesis, deán de la Catedral, párroco de Nuestra Señora de la Estrella, co-párroco de San Miguel y, ahora, también comisario de un ‘miura’ como es la hermandad de El Cristo. Monseñor José Rico Pavés parece tener pocas mimbras de las que surtirse para las labores del Obispado o Montero Jordi forma parte del núcleo fuerte, capaz de multiplicarse como el pan y los peces. O las dos cosas a la vez. Vaya usted a saber.
El caso es que un sacerdote tiene que estar preparado para la batalla. El yelmo y la coraza. Multiplicarse porque la mies es mucha y, al parecer, los obreros pocos. Uno tiene sus tentáculos y todo parece tener un sentido. Rico Pavés habló en Canal Sur del apaciguamiento en tiempos de Cuaresma de cara a la Semana Santa. Y así parece haberse presentado el nuevo comisario en la hermandad.
Lo tendrá menos complicado lo de apaciguar a la hermandad, pues, al parecer, toda la culpa recae en un plumilla que es el ha estropeado la cosa en lugar de asumir las responsabilidad de los actos que uno —o una— comete.
En definitiva, dejando a un lado a los plumillas culpables de todo y a la división tremenda en la que se encuentra la cofradía de San Telmo, uno apuesta por la casilla en la que está Montero Jordi. El cura superhombre. Me dicen que viene para ayudar de cara a la pacificación. Ojalá sea así. El Cristo es el Cristo. Un ‘miura’ complicado. Pero también merece tener sus pastos verdes en los que apaciguarse y vivir en paz interna para ser, aun si cabe, más grande todavía.
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