Epilepsia, hoy

El sueño es un factor importante para controlar las crisis en estos pacientes

Se acaba de celebrar el Día Internacional de la Epilepsia, una enfermedad que afecta a más de 50 millones de personas en todo el mundo y sólo en España a unas 400.000 personas. Hablamos de la cuarta enfermedad neurológica más común. Tal y como señalan desde la Sociedad Española de Neurología esta patología se caracteriza por una actividad eléctrica anormal en el cerebro que provoca convulsiones, comportamientos y sensaciones inusuales, o episodios de alteración de la conciencia. Un aspecto fundamental para el tratamiento de la epilepsia es el diagnóstico preciso de la enfermedad y que se realice lo antes posible. Para hablar sobre este asunto acude a ¿Qué me pasa doctor? el doctor Jaime Parra, que dirige la Unidad de Epilepsia en el Hospital Universitario San Rafael.

Me comenta que para diagnosticar esta enfermedad lo principal es la clínica, y después las pruebas que se realizan son el electroencefalograma (más o menos, complicado, avanzado o extendido en el tiempo) y las pruebas de neuroimagen de resonancia magnética. "Para realizar el electroencefalograma hay que poner electrodos cerca del cuero cabelludo para mejorar la conducción eléctrica y llegar a registrar los pequeños potenciales eléctricos neuronales. Para ello, necesitamos amplificar enormemente el potencial que se registra de las neuronas. Con ello, se va buscando si hay zonas de enlentecimiento de la actividad y actividad más específica que sería lo que llamamos las espigas: las puntas epileptiformes que es altamente predictiva de una epilepsia", afirma el especialista. Y, añade que, "en la mayoría de los casos, en torno al 60 ó 70%, que son los que van a responder a la medicación, con una buena electroencefalografía y una buena resonancia magnética (igual de alta resolución) se diagnostica a la mayoría de los pacientes", concluye el experto.

Respecto a su tratamiento, en dos tercios de los casos la enfermedad se controla adecuadamente con medicación. Y para las epilepsias farmacorresistentes existen opciones de tratamiento quirúrgicas y nuevos fármacos con resultados esperanzadores.

Finalmente, un aspecto que está muy relacionado con la epilepsia es el sueño, de hecho es un factor importante para controlar las crisis epilépticas en pacientes diagnosticados. Según diversas investigaciones, la privación de sueño, el estrés y el ciclo menstrual, son factores que pueden provocar una crisis. Así, se estima que la falta de sueño es el desencadenante de las crisis en casi un tercio de los pacientes. Por este motivo, es importante mantener unos buenos hábitos de descanso y dormir como mínimo siete horas por noche.

Estos pacientes también sufren otros trastornos asociados. La mitad de ellos padece insomnio y hasta un 16% puede sufrir apnea obstructiva durante el sueño. Además, muchos de ellos no tienen un sueño reparador y uno de cada cuatro tiene somnolencia diurna excesiva provocada por los medicamentos antiepilépticos. Estos trastornos que pueden agravar la enfermedad y hacer que las crisis sean más frecuentes o que cueste más controlarlas a través de la medicación. Es lo que hay. Seguro.

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