Feijóo, candidato

Tiene difícil conseguir la investidura pero puede ser la oportunidad de mostrar su proyecto

23 de agosto 2023 - 00:00

Ya hay candidato, Alberto Núñez Feijóo, pero nadie podría apostar sobre seguro el nombre del futuro presidente de gobierno.

Los argumentos para desentrañar las razones del Rey solo las conoce Don Felipe, pero la decisión del proponer a Feijóo no tiene mucho secreto. El presidente del PP no tiene –de momento– los votos necesarios para salvar el debate de investidura, pero Pedro Sánchez –de momento– tampoco los tiene. En situaciones así los candidatos suelen contar con apoyos verbales, pero a la hora de la verdad los posibles socios ponen condiciones que no siempre son asumibles por quienes piden el voto de confianza.

Incluso Vox. Hasta este martes ha jugado al despiste con el PP y el jueves pasado no apoyó la candidatura de Cuca Gamarra a la presidencia del Congreso, más pataleta que otra cosa porque Amengol ya tenía los votos necesarios. Vox, con lenguaje quejica, pedía al PP que no se sumara al cordón sanitario, que quiera un poco a Vox. Feijóo lo ha hecho. Tras su audiencia con el Rey, en su rueda de prensa, dijo que la colaboración con Vox era de normalidad democrática en defensa de la nación y la Constitución. En la otra banda, también un PNV quejica decía que Sánchez no lo llamaba, aunque finalmente lo ha hecho alguien de su parte. En cuanto a los independentistas catalanes, pues ya se sabe, o referéndum y amnistía, o que se olviden de su voto. Sánchez lo tendrá si intenta ser presidente, que no lo dude nadie. Es quien mejor se maneja para buscar componendas, aunque sean legal y constitucionalmente discutibles. Pero se las arregla. Entre otras razones porque ha colocado peones en determinadas instituciones que suelen acceder a las conveniencias del gobierno.

Feijóo tiene difícil la investidura, pero puede ser una buena ocasión para dar el salto a la gran política con mayúsculas. Durante más de un año ha sido medio líder de la oposición, sin escaño en el Congreso y escasas oportunidades de debatir con el jefe de gobierno; pero ahora, como candidato a la presidencia, en el debate de investidura tiene la oportunidad de presentar a lo grande su proyecto de gobierno, sin tiempo tasado. Y sin tiempo tasado responderá a sus detractores, que tratarán de ponerlo contra las cuerdas; pero él podrá sacarles los colores, que son muchos, sin mirar de necesidad el reloj. Y, para enfrentarse a los socios de Sánchez, tiene larga lista de ilegalidades y de afrentas a la Constitución.

Hay candidato a la investidura, pero es imposible prever el futuro. Feijóo podría salvar la investidura. De no ser así, lo intentaría Sánchez, aunque tampoco es seguro que logre los votos necesarios, así que no son descartables unas nuevas elecciones. Si eso ocurre, a ver qué pasa con los partidos que juguetean con poner precio abusivo a sus apoyos al PP o al PSOE, porque los ciudadanos empiezan a estar hartos de la compraventa de votos con los métodos de seducción y engaño habituales en un zoco, no en la política de Estado.

Sánchez teme una segunda vuelta. Con razón. Tiene a los ciudadanos abandonados desde hace meses, dedicado a las campañas electorales y dar instrucciones a Bolaños para convencer a los independentistas y al PNV de que le voten, y sin resolver los muchos problemas que hay pendientes. Por no mencionar que la coalición Sumar está medio desmoronada, Puigdemont es insaciable, Podemos quiere venganza… y los líos internos de Vox –siempre negados– pueden favorecer al PP.

De momento ya hay candidato para la investidura. Después ya se verá. Queda un largo camino por recorrer antes de que se elija nuevo gobierno.

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