Análisis

Fran Pereira

La Fiesta de la bulería y sus dedicatorias

En quince de las 55 ediciones celebradas de la Fiesta de la Bulería participó Pedro Carrasco Romero ‘Niño Jero’. ¿Merecía que le dedicaran la edición de este año? Creo que sí. Lo mismo ha ocurrido en los últimos años con artistas jerezanos como Fernando de la Morena, que actuó en nueve ocasiones, Lorenzo Gálvez ‘Ripoll’ o Juan Parrilla, en seis, por citar a algunos de los que se nos han ido recientemente.

Sin embargo, el Ayuntamiento ha optado por dedicar la de este 2023 a Lola Flores, curiosamente la artista a la que más veces se le ha dedicado La Bulería, un total de tres, y que no pisó nunca un escenario pese a que hasta en dos ocasiones la Cátedra le cursó invitación para ello. Este detalle demuestra perfectamente cómo es Jerez.

Evidentemente, detrás de la decisión sólo hay un interés político, el de aprovechar el tirón de este ‘Año de Lola’ que a mí particularmente empieza a cansarme. Realmente no sé qué hubiera hecho este Ayuntamiento sin una figura como Lola Flores en estos últimos años porque la ha exprimido hasta la saciedad, tanto que tenemos a Lola hasta en la sopa. Y que conste que nada tengo contra La Faraona, una de las grandes que ha dado esta ciudad, pero no la única, por cierto.

La Fiesta de la Bulería es otra cosa y a algunos le recomiendo que repasen un poco su historia para comprobar por qué y para qué se creó. En mi opinión, echo de menos en el programa un guiño a algunos de estos artistas que se nos han ido en los últimos tiempos, y no es cuestión sólo de este año, sino de los últimos, porque desgraciadamente se nos han marchado gente con un pedigrí especial. Y me refiero a gente como al citado Niño Jero, Manuel Agujetas, Manuel Soto ‘El Bo’, Juan Parrilla, Lorenzo Gálvez ‘Ripoll’, Fernando de la Morena, Paco ‘El Gasolina’, El Guapo o Fernando Gálvez, nombres y artistas que se han ido de este mundo sin tener ese pequeño recuerdo en esta cita.

En su lugar, ha habido dedicatorias a París, a Japón, a California, a la mujer, y algunas tan manidas como al barrio de San Miguel y de Santiago. Originalísimas, vaya. A cualquiera menos a los que realmente habría que dedicárselo.

Por eso, y sin ánimo de ofender a nadie, propongo que en adelante, se rinda tributo a los que han hecho grande este acontecimiento, y sobre todo que estén vivos, porque seguro que les hará más felices. Para ello, entiendo que principalmente habrá que repasar la historia y saber de qué va esto. No se puede hablar de un tema que se desconoce.

Pero claro, por desgracia, esta ciudad lleva años dando bandazos entorno al flamenco y creyéndose su propia mentira auspiciadas por unos cuantos cuyo objetivo no es otro que llevarse una buena tajada al bolsillo, sin importarle lo más mínimo lo demás.

Ya de paso, porque si quieren estar formados, les recuerdo algunas delas dedicatorias que esta fiesta ha hecho a artistas e instituciones desde que fue fundada en 1967.

La primera fue a Lebrija (1970) para continuar con Manolo Caracol, coincidiendo con su fallecimiento (1973), Rafael de Paula (1977) y Tía Anica la Piriñaca y Tía Juana del Pipa (1985), todas ellas bajo la organización de la Cátedra.

En el siglo XXI cuando, ya con la organización del Ayuntamiento, las dedicatorias se multiplicaron, por desgracia por el fallecimiento continuado de muchos artistas jerezanos.

Así, en 2001 encontramos una dedicatoria a Manuel Soto ‘Sordera’, en 2004 a La Paquera, en 2007 a José Vargas ‘El Mono’, en 2009 a Parrilla de Jerez, y en 2011 a Moraíto. Esta circunstancia, la de dedicar la Fiesta a artistas jerezanos fallecidos, se repetirá en 2014 con Juan Moneo ‘El Torta’ y en 2018 con Manuel Moneo.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios