Programación Guía completa del Gran Premio de Motociclismo en Jerez

Línea de fondo

Santiago Cordero

Santiago.cordero@jerez.es

Fin de curso

El mercantilismo actual perjudica al niño

LLEGANDO estas fechas se notan los nervios de los niños y las niñas que afrontan los últimos exámenes del año. El final del curso es inminente y, con él, las notas finales. ¡Bueno, antes las notas finales si que tenían su peso en oro! En nuestra prehistoria se suspendía e incluso se repetía, pero todo eso ha evolucionado hacia otra forma de entender la enseñanza en la que obligar a repetir es algo parecido a una especie de condena, que en nada va a favorecer su aprendizaje. En todo esto se puede o no estar de acuerdo, pero lo que es evidente es que tiene una base teórica en la que sustentarse.

Pero en el deporte base, sobre todo en el fútbol, seguimos anclados en modelos del pasado. Sobre todo cuando nos encontramos hablando de canteras de cierto nivel y de chavales en edad adolescentes. Aquí lo que prima es el mercantilismo más extremo. A partir de los doce-trece en adelante el deportista, niño o niña, se convierte exclusivamente en mercancía con un potencial X de convertirse en jugador de tal nivel. Como si fuera un mercado de opciones a futuro así se opera con los niños. Ahora que ha terminado un curso, comienza toda esta rifa de jóvenes deportistas. Es hasta noticia según los propios clubes este tipo de fichajes, que sus propios departamentos de comunicación se jactan de ellos y anuncian fichajes para el cadete o el juvenil como si ya fueran profesionales.

Pero cada día es más evidente que los padres de esos niños viven esa realidad como si fuese la única. ¡Esto es así y nada podemos hacer! O ¡Yo lo hago todo por mi hijo! Luego llegará el próximo fin de curso, o el siguiente o el otro, bien por una lesión, por una pequeña depresión, por exceso de estrés, una novia o novio que se le cruzó en el camino o por cualquier otra razón y te devuelven a casa, como si de un juguete roto se tratase, a tu hijo fracasado y hundido.

Claro que con buenos entrenadores, clubes y compañeros es más fácil llegar a triunfar. Pero ¿Qué es triunfar? ¿Cuántos lo consiguen? ¿Qué es vivir? No es más fácil que un adolescente crezca jugando al fútbol por pasión antes que verse rodeado de exigencias. Tengo claro que en esta forma que tengo de entender la relación con el deporte jamás la entenderá unos padres cuyo hijo tenga opciones de llegar a la élite. A lo mejor, años después, cuando acepten que la culpa no fue de tal cual entrenador, ni fruto de la mala suerte, se den cuentan de que le podrían haber ahorrado sufrimiento innecesario a su hijo. La práctica deportiva es para disfrutarla y crecer según sus valores que son aprender la cultura del esfuerzo, la superación de adversidades, la solidaridad entre deportistas, nada que ver con la esclavitud del capitalismo. ¡Buen fin de curso!

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios