el poliedro
Tacho Rufino
Un relato,
¡dale caña, Guerra!, le gritaban sus fans en el apogeo de su vicepresidencia. Me caía bien por su gusto a la música de Gustav Mahler, la nº1, ‘Titan’, y de D. Antonio Machado, de mis preferidos. Si mal no recuerdo, D. Alfonso Guerra se declaró alguna vez ‘Jacobino’, es decir una asociación de los años 1850 en Francia, amantes de la Libertad, del ‘sufragio masculino’, de la abolición de la esclavitud, del derecho al trabajo.
Como vicepresidente no controlaba lo que pasaba a su alrededor, a pesar de: “quien se mueva no sale en la foto”. No controlaba la corrupción. Dimitió, o lo hicieron dimitir. Su compañero D. Felipe González, le ocurrió lo mismo, no se dio cuenta de la corrupción a su alrededor. Creo, sinceramente, que no se beneficiaron de nada. El caso Guerra, el caso Luis Roldán, el caso Filesa… sirvió para que el PP del Sr. Aznar arruinara todas las mejoras que habían cambiado a España.
Ambos: González y Guerra aprovechan toda ocasión para atacar al actual Presidente del Gobierno, uniéndose a la campaña de mentiras insidiosas que aportan a diario los partidarios del PP y de VOX. González presentó un libro de D. Alfonso, y se dedicaron a denostar al Presidente D. Pedro Sánchez. González y Guerra no fueron buenos gestores, no se daban cuenta de lo que ocurría a su alrededor. Vivían en otro espacio, encumbrados en la etapa tan popular de la Transición, que hicimos muchos jóvenes y adultos. D. Alfonso debe pedir disculpa a Dª Yolanda Díaz, una mujer de hoy, de SUMAR, que intenta que El Sr. Sánchez pueda organizar un nuevo gobierno, más o menos, de izquierda.
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