La Sociedad Española de Participaciones Estatales (SEPI) anunció esta semana que ha recibido autorización del Gobierno para aumentar su participación en el capital Indra Sistemas del 18% al 28%, reforzando su control de la compañía. El mercado reaccionó inicialmente con fuertes caídas por el problema de gobernanza que implica el control del Estado, llegando a caer más de un 9% durante la sesión. Sin embargo, la percepción de que la SEPI se verá obligada a comprar acciones en el mercado provocó un cambio radical y la cotización acabó subiendo un 12%.

En este contexto, Indra presentó sus resultados de 2021 que reflejan una evolución muy positiva. Sus ingresos se elevaron un 11% en el año, registrando un beneficio de 140 millones de euros tras las pérdidas de 2020. La compañía alcanzó un nivel récord de ingresos, generación de caja y cartera de pedidos. Por otra parte, en los próximos años puede jugar un papel en los planes de inversión Next Generation de la UE.

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