Dieciséis botas con historia en González Byass
A Juan Pedro Simo
La vida en la tierra es un paso,el amor un espejismo, pero la amistad es un ‘hilo de oro’ que solo se rompe con la muerte. Tú sabes, la infancia pasa, la juventud la sigue, la vejez la reemplaza, la muerte la recoje. Pero el cariño es intrínseco, no muere nunca. La más bella flor del mundo pierde su belleza, una amistad fiel dura para la eternidad. Siempre he tenido el convencimiento que vivir sin amigos es morir sin dejar recuerdos.
Querido Juan Pedro, he sentido mucho tu muerte, siempre tendré en mi corazón una llama encendida permanentemente en el imperecero recuerdo de la hermosa amistad que durante tantos años compartí contigo. Con tu fallecimiento me aflige un terrible vacío en mi vida y una profunda soledad en mi corazón. DEP.
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