Ligeras variaciones

La semana comenzó con una sesión de ligeras variaciones con la atención de los inversores puesta en la publicación el miércoles del IPC de junio de EEUU, el indicador ZEW de sentimiento económico que conoceremos esta mañana y el comienzo de la temporada de resultados empresariales.

En una coyuntura macroeconómica marcada por la persistencia de las elevadas tasas de inflación, el progresivo deterioro del consumo privado y el acusado aumento de los costes de financiación, se estima una reducción del beneficio por acción (BPA) en el S&P 500 superior a un 5% interanual, que representaría el mayor retroceso desde 2020. De esta manera, se espera una corrección de los resultados de las empresas que previsiblemente se extenderá a la segunda parte del año. En contraste, se proyecta que el BPA del Stoxx 600 repunte un 7,4% ante la resiliencia de la actividad económica y unas mayores tensiones inflacionistas respecto a EEUU. Así, a pesar de la caída publicada ayer del índice Sentix de confianza del inversor hasta –22,5 puntos–, predominaron las compras en los principales índices de la Eurozona.

Por otro lado, la publicación del IPC e IPP de China, que reafirmó la compleja recuperación de la economía china tras el fin de la política zero-Covid, limitó la evolución de las bolsas. En este sentido, prevaleció sobre los inversores los datos del informe de empleo de EEUU publicado el pasado viernes, que mostró señales de moderación en la creación de empleo que podría anticipar el fin del actual ciclo de endurecimiento de la política monetaria de la Fed.