Somos un mar de dudas, pero hay algo que jamás cuestionamos: no existe amor tan intenso y duradero, como el de una madre hacia sus hijos. Ellas son el vínculo más poderoso que existe. La madre es el origen y sólido pilar en el que se asienta todo 'edificio' humano, como única suerte que nunca nos abandona. Una madre es el motor del mundo y su armonía, el cordón umbilical que nos mantiene con vida. Nadie puede sustituirla, está por encima de lo terrenal o divino. Doy fe de ello porque Isabel Corrales Pérez, la artífice de que yo aún tenga razón de ser, permanece viva en mí, pese a que falleció a los 92 años de edad, hace ahora tres insufribles 'calendarios'.

El dolor no siempre encuentra remedio, ni tiene por qué ser físico; existen desgarros que dañan el ánimo y jamás encuentran consuelo. Si hay algo que rompe irremediablemente el alma, es la ausencia de una madre. Es losa que ya nunca levantas. Solo puedes aferrarte al poderoso funículo emocional que te mantiene conectado a ella, e intentas buscarla en el más allá donde habita. Convives con sus recuerdos y consejos, la buscas en sueños para que guíe tus pasos. Lloras huérfano, sin descanso, porque continúas notando su presencia, como si no se hubiese ido. Todos sus miedos, cábalas e incertidumbres pasan a ser los tuyos. Te arrepientes sin cesar por aquello que no le dijiste, o por esa pregunta que jamás le hiciste, cuestionándote qué le hubiera gustado contarte y nunca le oíste. Resulta muy difícil explicar con palabras lo mucho que duele esa carencia materna. Yo solo encuentro lágrimas en forma de versos:

Pienso en ti, madre

y me pregunto qué hago aquí.

Es tal el vacío,

que nada llena mi vida, madre.

Falta tu fuerza,

el aire no circula sin ti, madre.

No hay sonrisas, ni respuestas,

sólo germina tristeza, madre.

La verdad se fue contigo,

sin tus caricias soy ruina, madre.

Las flores te echan en falta

y el silencio siembra dudas, madre.

El día es una noche interminable,

no hay luces que salven, madre.

El amor puro eras tú,

la maldad vence en tu ausencia, madre.

¿Por qué te has ido?

¡Llévame contigo, MADRE!

(*) Jesús Benítez, periodista y escritor, fue Editor Jefe del Diario Marca y, durante más de una década, siguió todos los grandes premios del Mundial de Motociclismo. A comienzos de los 90, ejerció varios años como Jefe de Prensa del Circuito de Jerez.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios