Análisis

josé suárez peña

Lola y los gitanos de Jerez

Para Lola venir a Jerez era como venir al paraíso, decía que Jerez era único

En una de las veces que Lola Flores estuvo en Jerez tuve la ocasión de hablar con ella. Para mí fue un orgullo, porque entrevistar a una persona del talante de Lola...Tenía respuestas rápidas a todas las preguntas, porque se había cultivado en la universidad de la vida, en la que se aprende a tener experiencia, psicología, a soportar las amarguras, las desgracias, los sinsabores y las penas que son las que te hacen tener madurez y hacerte fuerte en la vida.

Venir a Jerez era para Lola venir al paraíso, decía que Jerez era único con su gente. En alguna fiesta a las que venía llegó a decir: "Estas fiestas de Jerez no se pueden contar, porque la gente no podría entenderlo. Hay que saber con ese don para poder comprender el arte, la cultura, la nobleza que hay en estos gitanos de Jerez. Son únicos, exclusivos, sin maldad, no hay una mala mirá, ni un codazo, sólo espontaneidad y cariño. De eso tiene que presumir Jerez y su gente".

Lola me dijo que los gitanos estábamos mimados por Dios, las gitanas parían solas en los campos, en los arroyuelos, debajo de los puentes, se cortaban lo que les unía con el hijo y no pasaba nada.

Siguió diciéndome Lola que "el gitano quizás esté falto de que la sociedad le dé cariño, porque tienen un sexto sentido, y con una mirá se dan cuenta donde hay maldad o buena gente. Son psicólogos sin estudiar".

Le pregunté también por aquel museo que en su día Pedro Pacheco quiso hacer en su nombre. Ella me dijo, "José, el museo me importa poco, yo lo que sé es que aunque el museo se ponga o no se ponga, yo me voy a morir siendo Lola Flores. Me da lo mismo ahora, lo que sí te digo es que Pedro Pacheco queire a este gente y a este pueblo, a payos y gitanos. Pacheco tiene que seguir siendo alcalde, ha entendido a Jerez y tiene sensibilidad, yo le quiero. Que haga el museo o no me da igual, pero sí es verdad que el pueblo lo quiere".

Yo creo que todo lo que me dijo Lola me lo dijo con total sinceridad porque cuando se es sincero sale del corazón y Lola tenía un corazón como una catedral. Conozco casos de compañeros y amigos de Lola que por circunstancias de la vida no estaban de economía bien y ella les decía: "Que no me entere yo que tú pasas necesidades, aquí estoy yo, nada más que me tienes que llamar por teléfono para lo que quieras". Lola tenía unos sentimientos muy humanos y fue una persona entregada a sus amigos y admiradores.

Lola sabía lo que era la desgracia porque su padre tenía el tabanco de 'El pavo real' y allí pasó por situaciones inolvidables.

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