Programación Guía completa del Gran Premio de Motociclismo en Jerez

Tanto hablar, debatir y desentrañar las excelencias del periodismo de las nuevas tecnologías que al final resulta que sus dobleces, mentiras y canalladas teledirigidas se convierten hasta en cuestión de Estado. En buena medida, quien compra un ejemplar de un periódico lo hace porque se fía de lo que publica. Si no fuera así no lo haría, a menos que se regalase media botella de fino (que casos ha habido, oiga). Resulta que ahora vivimos unos tiempos en los que se pretende que la mentira mil veces repetida se torne verdad, que los aspirantes a Lenin del siglo XXI ofrezcan triunfantes su piel de lobo envuelta en vellocino de cordero. Que a estas alturas estemos liados con las injerencias rusas en los problemas político-judiciales de España tan sólo responde a una cuestión: la sobredosis de pseudoinformación tiene efectos perniciosos. Cualquiera puede contar sus historias hoy en día (faltaría más), puede darlas a conocer, llevarlas al infinito y a más allá como diría Buzz Lightyear, pero de ello a que sean ciertas va un año luz. Creerlas o no depende de usted. Decida.

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