En esta nueva columna vuelvo a la carga contra los "Monumentos mediocres" que tenemos en Jerez, aquellos que no nos merecemos ver cuando andamos por la calle, paseamos por un parque o circulamos en coche por nuestra ciudad.

Hoy le toca al Monumento "Esqueleto de Mar" que se encuentra en la Plaza de Las Marinas. De nuevo, encontramos el emplazamiento de una escultura urbana dentro de una plaza-glorieta que regula el tráfico rodado. Queda corroborado que en Jerez este tipo de ubicaciones es el mejor pedestal que se puede encontrar para mostrar el arte más atrevido y contemporáneo.

Como tónica general, no hay prácticamente nada escrito sobre esta escultura. Datos tan básicos como su autoría, la fecha de ejecución, los materiales empleados, una memoria técnica descriptiva… da la impresión de que cuantos menos datos se sepan de ella, más desapercibida será para todos… ¿quizás por su escaso valor artístico?

Desapercibida está desde luego, y es por culpa de su ubicación dentro de la plaza. En una esquina asomada sobre un trampolín que da a una especie de estanque seco, donde una vegetación casi salvaje la engulle parcialmente.

Su color negro tampoco ayuda a distinguirla del entorno, y su forma menos aún. Entiendo que este "Esqueleto de Mar" trata de recordar las orgánicas formas de un coral gigante, con sus caprichosos orificios donde se desarrolla la vida en el medio acuático.

Un concepto demasiado romántico que lamentablemente, dista mucho de lo que transmite este monumento, con una estética más cercana a "Alien: el octavo pasajero" que a cualquier otra cosa que podamos encontrar debajo del mar. En definitiva, otro monumento mediocre de ciencia ficción procedente de otra galaxia, que no convence ni a los más cinéfilos.