Línea de fondo

Santiago Cordero

Santiago.cordero@jerez.es

Se premia la puntería

Una más de lo majaretas que van al fútbol

YA se sabe que hoy en el fútbol profesional priman los intereses económicos por encima de todas las demás cosas que puedan ejercer algún tipo de influencia. ¡Ojo! Que nadie se rasgue las vestiduras, esto lo hemos hecho más o menos entre todos. El otro día, antes de partir a Arabia Saudita, el veterano jugador del Athletic Club, Raúl García, dijo algo así como que el fútbol era para los aficionados y con competiciones como la Supercopa, que se trasladaba fuera de España, pues que perdía su esencia o sentido.

Pero esto es parecido a lo del “al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”. Si manda el dinero, el resto a la cola. Al propio Raúl García le diría que solo con lo que ponen los aficionados no se pueden pagar las fichas y las nóminas de ellos.

Más claro ha sido el esperpento de la eliminatoria Betis – Sevilla de este fin de semana, perteneciente a la ronda de cuartos de final de la Copa del Rey. Imagino que los acontecimientos acaecidos tras el gol olímpico de Fekir, que supuso el empate momentáneo, lo conocen. Un majareta tira un palo hueco de plástico, de los que utilizan para agitar las banderas, este impacta en la cabeza de Jordán, jugador del Sevilla, este dice no poder seguir jugando y el partido se suspende.

Llegados a este punto, estoy seguro de que muchos me pedirían que hablase más detenidamente de lo que pasó entre el momento de impacto y el momento que empieza a sentirse muy mal Jordán, pero ese tema, sinceramente no me importa en este artículo.

El caso es que la reanudación fue el domingo pero con el jugador agredido de baja por prescripción facultativa. El Sevilla, sintiéndose perjudicado, solicitó el aplazamiento del partido. Esta solicitud fue desestimada, la eliminatoria se jugó, saliendo ganador el Betis.

Pensemos un Barça – Madrid. Benzema (o Piqué) recibe el impacto y no  puede jugar. El partido se suspende. ¿Alguien cree que el Madrid (o el Barça si fuera al revés) jugaría al día siguiente sin Benzema (o Piqué)? Yo al menos creo firmemente que no.

Pero qué ocurre. Hoy en día casi no hay fechas en el calendario y si las hubiere, la FEF debería solicitar a la Liga que le hiciera un hueco para este partido, pero da la casualidad que ambos presidentes ni se hablan ni se pueden ver. Por lo tanto, la jueza única del comité de competición, dijo, juéguese y se jugó.

Después del 11-S, en aras de la seguridad mundial, pasabas por el aeropuerto de Londres y te tenías que quitar la correa, los zapatos, no podías pasar a cabina tarros mayores de 100 mililitros, etc.

Pero, como decía, cuando el dinero, el negocio, rige el devenir del deporte profesional, en este caso el fútbol, sucede que en aras de favorecer el espectáculo visual, se dejan que entren en los estadio, objetos en manos de los aficionados, especialmente ultras, susceptibles de ser arrojados.

Además, lo mejor de todo es que se puede arrojar al campo cualquier cosa, la cuestión es que no impacte a ser posible de ningún jugador. Lo que se premia (negativamente) es la puntería y que el impactado no pueda seguir en el terreno de juego, en caso contrario, jueguen, jueguen.

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