Esta semana ha sido protagonista la calle Tornería en todo esto de las cofradías. Se trata de la vía fetiche por la que todas las cofradías anhelan pasar, si es posible, de vuelta a sus templos. Y llevaba razón el otro día mi admirado Manolo Doña cuando me comentaba que no entiende muy bien para qué pasar por allí si apenas se pueden ubicar personas para ver los pasos. Pensar en coger sitio el Lunes Santo para contemplar el paso de la hermandad de la Cena es algo así como una misión imposible. Ya no solo por la cantidad de gente que se agolpa horas antes, sino por la masa de personas que va cangrejeando delante de los pasos.

Pero todos quieren transitar. Y si no es así, parece que no hay estación de penitencia. La última en hacer el esfuerzo, a pesar de tener que hacer en Carpintería Baja más maniobras que un trasatlántico en Matagorda, ha sido la hermandad de Pasión. Todo ello con lo que puede suponer llegar hasta allí de cara a un posible atasco en la Rotonda de los Casinos con la Coronación que quiere tomar la calle Larga de vuelta.

Muchos cofrades con ganas de morbo acudirán al lugar donde se encontraba el palquillo de toma de hora cuando la carrera oficial era la carrera oficial. La que todos desearían recuperar si exceptuamos el momento en el que se hace el reparto de las sillas.

Cruce de caminos y posible 'choque de trenes'. Y digo lo de trenes porque, de seguir en esta tónica, la Semana Santa se va a convertir en un gran 'Ibertren' donde las vías se entrecruzan y las miniaturas de locomotoras avanzan. Si se sitúa todo en sitio es una gozada ver como el tren de carga pasa a lo justo para que el cercanías cruce sin tocarse el uno con el otro.

Todo parece indicar que Natera tendrá que hacer un nuevo juego de llaves para Pasión. Ya se sabe que es don Manuel el que da y quita privilegios en esto de la Tornería. En cualquiera de los casos debemos de darle la gracias a la calle deseada. Si no fuera por lo de Pasión, qué aburrida y larga se nos hubieran hecho estas Navidades que en Jerez tardan en irse una barbaridad.