Muchos confunden el mes con la festividad. Ciertamente el segundo día del mes de noviembre la Iglesia celebra la fiesta de los Fieles Difuntos. Se trata del recuerdo de todos nuestros seres queridos que, digamos de una forma superficial, ya están disfrutando de la otra vida. La Iglesia nos invita a rezar y acordarnos de aquellos que aún vagan por el purgatorio o esperan ser recibidos en el Cielo junto a Dios nuestro Padre. Pero me apartaré de estas disquisiciones teológicas para dar paso a lo que sé hacer de una forma muy mediocre que es escribir y, sobre todo, informar.

Una vez que salimos de la gran solemnidad de Todos los Santos -la festividad recuerda a aquellos cristianos anónimos que murieron en santidad- o la de los Fieles Difuntos, el mes de noviembre regresa a su santorial de una forma normalizada. Días después vendrá el entrañable fray escoba -San Martín de Porres- o el día once de noviembre la festividad de un gran santo como fue San Martín de Tours. Y todo ello sin contar con San Carlos Borromeo, que es patrón de la banca, tan en boga en estos días.

Las cofradías aprovechan este mes para vestir a sus Vírgenes de luto. De negro riguroso. Una tradición que tampoco es que hay estado muy extendida en el tiempo pero que en la actualidad lo hacen casi todas las cofradías jerezanas. A excepción de la Amargura que este año no esta vestida de negro o la Reina del Transporte que mantiene esta singularidad de no vestir nunca a la guapa de la Merced con colores muy oscuros.

Las cofradías llevan el calendario litúrgico e intentan darle vigor. En la festividad de la Candelaria se viste de rojo y ahora para la Purísima veremos los celestes en muchas de nuestras Dolorosas.

Este virtuosismo es interesante. Existen auténticos exegetas que opinan y también critican por las redes sociales sobre cómo está vestida esta o aquella imagen de negro. Pero en definitiva es una tradición que no debería de perderse nunca. Aunque pasados los dos primeros días de noviembre ya la Iglesia no celebre nada relacionado con los muertos. Que muchas veces nos confundimos y pensamos que hasta el día uno de diciembre debemos de llevar corbata negra.