Análisis

P. Jorge Ambel Galán Párroco

50 años contigo

El día 23 de diciembre de 1968, tras dos años de obras, el Cardenal Bueno Monreal bendecía en la barriada de las Torres de nuestra ciudad el altar de la Parroquia de Ntra. Sra. del Perpetuo Socorro.

Unas espectaculares obras dieron paso a una singular construcción brutalista que alberga, desde hace 50 años, a una comunidad cristiana viva que busca ser una luz para una barriada trabajadora en la que tantas dificultades hacen mella en la vida de sus gentes.

50 años para dejar huella en el tejido social y cristiano de una ciudad, nuestro Jerez, que en tantas facetas se asemeja a aquellas "periferias" de las que habla el Papa Francisco.

Desde hace más de medio siglo, los Redentoristas han querido apostar por una pastoral comprometida con los más necesitados, con aquellos a los que la cultura, la educación, la economía o la justicia social tantas veces han dejado de lado.

Han sido años de trabajo duro y entregado, de anuncio de la buena noticia de Jesucristo. Años que colman de alegría a la Congregación que fundó para la misión San Alfonso María de Liguori. Una Congregación que sigue eligiendo Jerez como lugar de presencia misionera, acudiendo a la llamada de la Iglesia Diocesana.

El perpetuo socorro de la Virgen, advocación tan familiar para muchos jerezanos, ha sido y es inspiración para todos los que se sienten parte de la familia de la parroquia. En las barriadas de las Torres, Coronación, el Carmen… y en muchos otros lugares de Jerez, hombres y mujeres de toda clase y condición se sienten parte de la familia redentorista, contemplados por María, que desde su sagrado icono socorre a todos sus hijos.

Son tantos los que recuerdan el icono de la Virgen en sus casas familiares, en casas de sus abuelos, en estampas ajadas en una cartera… tantas personas que han sentido la mirada maternal de María que hoy, cuando se acerca el aniversario de la Parroquia, no queremos dejar de felicitarles y recordar cuánto bien ha hecho la Virgen del Perpetuo Socorro en nuestra querida ciudad.

De bien nacidos es ser agradecido y en el recuerdo de estos 50 años ha de estar presente la figura de D. Zoilo Ruiz Mateos y su esposa, Doña Encarnación, grandes impulsores de la construcción del singular templo que es hoy casa del Perpetuo Socorro en Jerez. Ellos abrieron un camino que han seguido infinidad de Jerezanos de buena voluntad a los que queremos homenajear desde estas líneas por su compromiso con el progreso y la justicia, con la educación y la cultura de los más desfavorecidos y que han entregado sus horas, sus recursos y su creatividad a tan alto fin: encarnar el socorro y la misericordia de Dios en el trato al prójimo.

En este mes de noviembre, en el que recordamos a nuestros difuntos y a todos los santos, están especialmente presentes en nuestro recuerdo agradecido aquellos "santos sin altar", personas anónimas de buena voluntad, que son parte esencial de nuestra historia como comunidad cristiana.

Con todos ellos, por todos ellos y desde estas líneas, vaya nuestra acción de gracias por tanto bueno como hemos vivido.

No son pocos los retos que nos quedan por afrontar en una sociedad en la que el individualismo y la cultura del descarte pretende despojar al ser humano de su dignidad, reduciéndole a mero consumidor, deshaciéndose de la preocupación por el prójimo en aras de un progreso que deja en la orilla a tantas personas frágiles, empobrecidas y necesitadas de misericordia.

Queda mucho camino por hacer y es nuestro deseo seguir contando con el apoyo de la sociedad Jerezana, que nunca ha dejado de acudir a la llamada de los redentoristas para sostener la necesaria misión que anuncia a un Dios que ama al ser humano sin etiquetarlo, sin juzgarlo, por pura generosidad.

Hoy son 50, y es nuestro deseo que sean muchos más, los años que podamos seguir viviendo con alegría entre aquellos que están más necesitados de auxilios espirituales, anunciándoles la sobreabundante redención del Dios que nació de María, Perpetuo Socorro nuestro.

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