Lo de Supervivientes es un reality extremo que se fue cuajando con el paso de las ediciones (las primeras no se emitían en directo, los medios aún eran demasiado costosos) y que encontró a su público con la participación de los famosos: a las desgracias y penurias en la playa se les sumaba las trayectorias artística, personal y sentimental, con amigos y familiares dispuestos a echar un cable y un cheque en el plató. Los Pantoja y los Jurado son los dos grandes linajes que se han curtido al sol del Caribe. Supervivientes es una superproducción que además surte con materia de sobra para al resto de programas de Telecinco. Aquí nada se destruye, todo se transforma en un reciclado de chismes.

Jorge Javier está a su aire entre los decrépitos y hambrientos robinsones. Si a eso se le suma un país en pandemia, lo vivido en esta edición es para que lo examinen los sociólogos y los historiadores el día de mañana.

En Mediaset aún no se creen la suerte que han tenido con haber mantenido el piloto rojo en Honduras, alejados del confinamiento general. De haber tenido el previsto GH Dúo el asunto habría derivado en una precipitada cancelación.

El Supervivientes de la desescalada es una cosa (entre el exprimido y la improvisación) que se ha llamado La casa fuerte y que toma elementos del reality playero con flecos de aquel Hotel Glam que causó las iras de Aznar. Yola Berrocal ha sido rescatada entre aviesos de GH y sus parentelas para una mecánica que no termina de entenderse bien cuando en realidad lo que interesa es que haya motivos para titular en Sálvame y El programa de AR y, de paso, garantizar facturación e intermedios.

Es también comprensible que Sonsoles Ónega no haya dado lo mejor de sí con la primera gala dominical: lo de adaptarse a esta domesticación requiere tiempo y hallar un estilo propio. La periodista de Ya es mediodía tiene que dar brío al debate sin tener que verse arrastrada. Seguro que habrá escuchado más de un consejo de Carlos Sobera. Lo de La casa fuerte no es para dejarse la piel.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios