Análisis

Guillermo Boto

Flamencólogo

A darte un paseíto... por la Alhambra de Graná

Si hubiera cantado un gaditano, no habría utilizado la primera letra del mirabrás

T UVIERON la gentileza de invitarme al concierto flamenco que inauguró el IX Congreso de la Lengua. Lo agradezco de todo corazón. Estuvo bien presentado, con primeras figuras del cante, el baile y el toque. Fue un correctísimo espectáculo académico. Pero falto de alma flamenca. Me emocionó, eso sí, 'La zambra sin guitarra' que bailó e interpretó magistralmente Ana Morales, y la maravillosa versión de 'La paloma' de Serrat-Alberti, aflamencada portentosamente por Carmen Linares… Pero a mí, poco más me llegó.

Si este concierto se hubiera ofrecido a los gaditanos, se hubiera llenado el Falla para ver y escuchar a famosos profesionales, conocerlos y criticarlos en su caso, pero no, el espectáculo lo ofrecía desde Cádiz el Instituto Cervantes a autoridades de la cultura hispánica de diversos países del mundo, y la cosa es distinta. Se echó de menos algún interprete gaditano, también los cantes de ida y vuelta, creados en nuestra ciudad con ritmos y músicas que venían de las 'Yndias' y en general un flamenco más real, más vivo, un verdadero regalo de la ciudad de Cádiz a los congresistas.

Si hubiera cantado un gaditano, no habría utilizado la primera letra del mirabrás, creada contra el rey felón, Fernando VII, que traicionó a nuestros liberales, matándolos y encarcelándolos; y hubiera cantado otra letra ante su tatara-heredero, Felipe VI, que se esfuerza en cumplir a rajatabla la Constitución. Cuestión de sensibilidad.

La guinda del pastel fue cuando cantando las cantiñas gaditanas se olvidaron de 'la murallita Real' y nos cantaron "Cuando te vengas conmigo, que adonde te voy a llevar, te voy a dar un paseíto por "la Alhambra de Graná".

Un gaditano en plena conquista amorosa nunca se hubiera ido tan lejos con su amada. Primero por la lejanía, pues al darle un paseíto por la muralla real, podría achucharla y darle pronto el primer beso. Segundo por el paisaje, pues si bonito son los jardines de la Alhambra, más maravilloso era el paisaje de nuestra Bahía azul, con un "bosque de palos de bergantines y navíos".

La murallita Real fue, además, un regalo de Cádiz a las ciudades hermanas de Hispanoamérica, que las copiaron, para que se defendieran de los ataques de los piratas ingleses.

El olvido del flamenco gaditano no es ni siquiera un agravio. Es el desconocimiento absoluto que tienen los que ostentan el poder, de la historia y de la cultura gaditana. Curro Orgambides decía, con razón, que Cádiz era una ancianita de tres mil años, absolutamente desmemoriada. ¿Alguien de nuestros políticos sabe que Cádiz tuvo un Teatro Francés y uno de Ópera Italiana, además del principal y el del Balón, entre otros, y que con Madrid era el centro de producción de sainetes y zarzuelas? ¿Saben que en Cádiz se creó el toreo a pie, 'la fiesta nacional' que hoy se disputan Ronda y Sevilla? ¿Saben que el supuesto cante gitano andaluz no existió, y que el flamenco fue una creación gaditana? ¿Saben que en Cádiz se crearon algo más que las alegrías y los tanguillos?

Irán pasando los años, y se irán repartiendo las creaciones gaditanas entre otras ciudades andaluzas, como se repartieron los fardos del flamenco, según la versión del inefable Pericón. Para potenciar dichos 'inventos' se seguirán invirtiendo cuantiosos dineros públicos en Bienales, Museos del flamenco o taurinos, y quizás también del teatro, en el resto de ciudades andaluzas. Los grandes tesoros que se rescaten de los galeones hundidos irán a Cartagena, puerta de América, y así…

Hoy al menos nos reconocen la creación de una forma de Carnaval, pero cuando este se termine de convertir en el gran botellón de Andalucía, y se pierdan las esencias de cantar con elegancia, y de no dejar títere con cabeza usando el doble sentido, inventando nuestra deliciosas palabras…, y se siga cayendo en lo procaz y chabacano, quizás también se pierda la paternidad del invento.

Mientras tanto, vayamos a dar un paseíto… por la Alhambra de Graná, allí en el Polinario, estará el Pájaro Verde puesto en la esquina esperando que pasen cantando las golondrinas, y seguro que ya estará hecho el monumento de María Bastón, junto al Palacio de Carlos V.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios