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Dogmas
El pasado 15 de agosto la Iglesia Católica celebró la Asunción de María. Día grande en otros tiempos, coincidía con la salida procesional de la Virgen de la Merced y con el inicio de una de los dos ferias que Jerez tenía el privilegio de celebrar a lo largo del año. En época contemporánea el traslado de la procesión al 24 de septiembre y la desaparición de la Feria de Agosto supusieron que esta festividad perdiera cualquier tipo de trascendencia para la mayoría de los jerezanos. El único hecho reciente reseñable sería la inauguración en 1952 de un pionero monumento en la plaza de Escribanos, desde entonces por ello renombrada como “de la Asunción”. La proclamación de esta creencia pía como dogma de fe en 1950, hace 75 años, justificó su instalación. Un hecho que de producirse ahora provocaría el mismo debate que estamos viviendo en las últimas semanas con el que se pretende levantar en la plaza del Arroyo en honor a la Inmaculada.
También siglos atrás el 8 de diciembre suponía una jornada grande en el calendario religioso local, de manera especial desde que en 1617 el cabildo municipal hiciera voto de defender la Pura y Limpia Concepción de María, mucho antes de que se definiera como dogma en 1854. Al igual que el 15 de agosto, este día pasa hoy de puntillas en la ciudad. Pero en 2005, al calor del 150 aniversario de la definición dogmática, se inicia el proyecto del polémico monumento, frustrado y de nuevo de actualidad dos décadas después.
Frente a posturas contrapuestas, a favor y en contra, que aducen argumentos ideológicos, frente a dogmatismos irreconciliables, apoyamos una imparcialidad basada en fundamentos estéticos y legales: el reconocimiento de la escasa calidad de la escultura y su ubicación inapropiada dentro del entorno urbano protegido por la declaración de BIC de un valioso elemento patrimonial, el Palacio Bertemati.
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