Hicieron lo que mejor sabían hacer, (saeta y baile) ‘Cascales’ y ‘El Zorri’

Hace apenas una quincena de días, como comentario tras el fallecimiento de Paco Gálvez, veníamos en decir: “Han sido tantos, son tantos los flamencos idos definitivamente que, la reseña de sus nombres se hace imposible ante el temor de omitir el de éste o el de aquel, cuando cada uno de ellos ha expuesto con su voz o su baile, -como son los dos protagonistas de la cita de hoy- el caudal de su sapiencia ya sea al hacer la saeta o el baile por bulerías“. Los últimos en decirnos adiós han sido José Flores ‘Cascales’ y Pepe ‘El Zorri’. Para ambos va nuestro más afectivo recuerdo. ‘Cascales’ tuvo siempre como bandera su misión de saetero y para el sabor buleaero del baile, ‘El Zorri’ heredó de su gente la gracia plazuelera.

Recuerdo de José Flores ‘Cascales’ su participación en el Concurso de Saetas en la Calle que, la peña flamenca ‘Los Cernícalos’, con la entonces Caja de Ahorros de Jerez y Radio Popular, mantuvo en activo durante unos años desde el balcón principal de la entidad crediticia, en Plaza del Arenal. No recuerdo el premio o los premios que pudo alcanzar en aquella circunstancia, pero sí memorizo el acto de entrega de los mismos en unión de Antonio Benítez Manosalbas, presidente de la entidad convocante, Luís Valle en representación de la Caja y quien les comenta como presentador a través de la emisora de radio. ‘Cascales’ compartió el pan y la sal de los más diversos concursos en Jerez –peña flamenca ‘Buena Gente’- y otras poblaciones: Sanlúcar de Barrameda, Rota, Sevilla, El Puerto de Santa María, alternando con compañeros como ‘El Guapo’, ‘Locajo’, ‘Rubichi’, Luís de Pacote y otros. De las distinciones y premios alcanzados en los concursos del que estuvo más orgulloso siempre fue el especial Manuel Torre que, junto al primero, alcanzó en la peña ‘Buena Gente’, presidida entonces por Manolo Montoro; mi abrazo de amigo para éste.

Fue José Domínguez Garrido, ‘Pepe El Zorri’, bailaor no profesional pero sabedor de todos los secretos que encierra el baile –cortito- por bulerías: en la sangre lo llevaba. Aun no ejerciendo de profesional alcanzó llegar hasta Japón de la mano de la maestra jerezana Ana María López después de haber dejado jirones de su gracia bailaora en la tierra que le vió nacer en 1935 –se me adelantó un año-, recorriendo frecuentemente los escenarios de dos peñas flamencas emblemáticas y plazueleras como son las de ‘Los Cernícalos’ y ‘La Bulería’. Saray García, su nieta y bailaora, quiso mostrar a la afición sevillana la excelencia bailaora de su abuelo, ‘El Zorri’ y lo llevó junto a ella hasta el conocido local ‘Los Gallos’. Allí, en la capital andaluza y en lugar tan emblemático como el citado tablao, Pepe ‘El Zorri’ dejó constancia de su saber y sabor bailaor.

En una breve pausa de tiempo ‘Cascales’ y ‘El Zorri’ nos han dejado. La saeta y el baile lloran con nosotros la ausencia de ambos. Allí donde estén, seguro que en un espacio pleno de luz, los dos pepes, ‘El Zorri’ y ‘Cascales’, regalarán su arte bailaor y saetero a los ángeles aficionados.