Desde la espadaña

Felipe Ortuno M.

La hora catalana

08 de octubre 2025 - 03:04

El meridiano de Greenwich marcará el ‘huso horario’ (con h) de la República bananera (sin Tabarnia) No les vale la hora de la Europa Central. El nuevo Consell de la República, un tal Jordi Domingo, quiere diferenciarse de la hora española. Me extraña, no obstante, que pidan una hora de retraso y no de adelanto. Deberían considerarlo, porque el retraso es sobre todo neuronal antes que cronológico ¡Independència als rellotges catalans! De este modo se diferenciarían de una España que todavía se rige por un horario franquista. Con una hora de retraso, la proterva España, se desengancharía definitivamente el tren de sus vías.

El Consell vive el simbolismo cronológico del mismo modo que se vive el idioma y la rotulación comercial. No es baladí, es un disparo más a la línea de flotación del Estado. El exótico huso horario quiere ser otro elemento diferenciador, otra protesta independentista del Consell de la República puigdemontiana…Una hora menos en Canarias… ¡perdón! en Catalunya.

La decadencia se ve en estos pequeños detalles. Se agarran con herraduras y colmillos a la mínima expresión, con tal de salirse con la suya. La Diada comenzaría a las 16:14, hora catalana; de ningún modo a las 17:15, hora facha. En vistas a la independencia, quieren poner los relojes a punto…a la hora de su punto. Se mueven a largo plazo. Habida cuenta de que hay un Gobierno que se sube a sus Castells patrimoniales y de la UNESCO. Que se preparen los empresarios, las pymes, los trenes, los aviones y Amazon.

Son simbolismos, sí; pero lenguaje, al fin y al cabo, que horada las meninges de los niños. El señor Jordi Domingo sabe del potencial extraordinario que tienen los pequeños gestos. Pasan desapercibidos, pero van creando estructura y límite; por más que sea idiota e innecesario. Comienzan con el carácter simbólico y terminan consiguiendo el propósito. Lo mismo pasa con el cambio de nombre de las calles: nadie le da importancia y, al cabo de un lustro, se trueca el pensamiento histórico y referencial.

Llegará el día (potser ja és aquí) en que nadie sepa de dónde viene ni a dónde va. Por querer, quieren darle una medalla de honor al aniversari primer d´octubre. Saben que la memoria abre perspectivas a la independencia. Quieren reconocer a personajes, entidades que prestaron servicio a la locura y, si acaso alguno muriera, a título póstumo, para seguir vivos en el recuerdo y la instigación. A aquel referéndum ilegal quieren hacerlo bandera de una soberanía truculenta y mamporrera.

Esta República del meridiano de Greenwich, con su nuevo horario, quiere, de nuevo, tocarle las criadillas a la legalidad, por si nos faltara tensión. Ya digo, saben manejar el lenguaje y bajo ‘consulta popular’ hacen lo que les viene en gana, sin que haya nadie con autoridad que les pare los pies a la hora que quieren, una hora antes; como cuando les encontraron las papeletas del ‘si’ y ‘no’ preparadas en una imprenta de Barcelona.

Lo dicho, Domingo lo tiene todo previsto… ¿Veremos este año en TVE las campanadas a su hora? La estampa del sagrado corazón de la Chus, este año, se convertirá en Caganer, de camisa blanca y barretina: un factor diferencial con España, que oprime con su horario a la red ferroviaria; ya amoldándose a lo que ambicionan los catalanes… llegando con retraso, según el huso de Greenwich.

Con irrelevancias como esta, Puigdemont vuelve al frente de la República bananera ¿Es posible que Jordi Domingo, con su cara de buena persona, quiera encontrar de este modo la independencia de Catalunya? Sus ideas nos dejan tranquilos. Siga así, sr. Domingo, que, con su voluntarismo simbólico, España permanecerá unida, a mayor gloria de todos y júbilo de Catalunya. Iniciativas como la suya, aseguran una Patria hermanada y un desinflado de la vacuidad independentista. Váyase con Puigdemont, tome distancia de España y convenza a sus borregos de la hora en que han de pastar la alfalfa de su ideología proterva.

El ente creado por Puigdemont y los líderes independentistas hace aguas desde el 1 de octubre. EL Consell de la República y su gobierno en el exilio, ni es Govern, ni está en el exilio, ni hace sombra a la Generalitat ¡Ah si Tarradellas levantara la cabeza! En lugar de decir ¡Ja soc aquí! se pondría de rodillas ante La Moreneta y renegaría del Procés y sus impresentables artimañas. Hasta los más recalcitrantes catalanistas se dan de baja y, usted, debería hacerlo, si le asistiera el ‘seny’. La estrategia independentista, en su vacío existencial, busca peces en su ciénaga: un cambio de hora respecto a España, y actuar como si ya fuesen independientes. Van y se lo creen.

Peor es que, desde el Gobierno de España, se lo traguen también y les den pábulo, como hasta ahora han hecho ¿Quieren sesenta minutos de diferencia? Se la daba: todas diferentes, por diferentes sitios, de diferentes maneras, en tono diferencial, en hechos y en palabras… ¡por la gloria de mi madre! ¿Se puede ser más insensato? ¿A qué hora se jugarían los partidos del Barça? El sr. Domingo, y sus mulas toas, quiere el respaldo de la Asamblea Nacional Catalana, Ómnium y los partidos independentistas… Cualquier día se presentan en Bruselas con la propuesta en flor. Capaces son -los de Bruselas- de darle trámite y someterla a votación. Capaces. “Cosas veredes, Sancho, que farán fablar las piedras”.

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