Hace unos días el Diario informó de las obras que debe acometer la Junta de Andalucía para reparar los múltiples desperfectos de las 162 viviendas de carácter social de las que es propietaria en la plaza Luis Parada (el Titanic). Tras años de espera, aunque en junio se anunció la licitación, las obras aún no han comenzado. Entre las averías existentes destacan las relativas a la acometida de aguas y el sistema sanitario, que producen inundaciones en los sótanos con la consiguiente proliferación de insectos y bichos de todo pelaje. La rotura de las conducciones más allá de los contadores provoca también que Aquajerez haya girado a los vecinos facturas de hasta 2.600 euros por el consumo de dos meses que, obviamente, no pueden pagar. Así, se está, paradójicamente, empujando a la "okupación" y al enganche ilegal sin contador, que resulta más barato.

Además, más del 46% de la población de la Zona Sur (donde está el Titánic) tiene titulación inferior al graduado escolar y solo el 8,6% de la población posee el bachiller o equivalente. Esto es paradigmático de lo que ocurre en otros barrios de Jerez y Andalucía. Parece que se quieren crear bolsas (guetos) de pobreza y marginación para concentrar ahí a determinado tipo de gente, mientras que se favorece el desarrollo bucólico y ordenado de otras zonas de la ciudad.

Pero hay esperanza: en la Zona Sur hay un tejido social articulado: Ampas, AA.VV, grupos culturales y deportivos… Y está la Coordinadora de la Zona Sur "Existe". ¿Se cuenta con su participación en el diseño de soluciones? No lo suficiente. ¿Le extrañaría a alguien que de esto pudieran surgir fuertes tensiones sociales como en Francia? El efecto adormecedor del fútbol y determinadas formas de culto religioso no es infinito.

El Titanic es también Jerez. Hay que salvar el Titanic para salvar Jerez.