Pudiera parecer una desgracia más que sumar a pandemias, inundaciones o erupciones volcánicas, pero no, en este caso es una gran noticia para nuestra laguna.

Ya dijimos en su momento que Medina era la zona húmeda más importante, actualmente, del término municipal de Jerez. Después de Fuente de Piedra, la más destacada de Andalucía. Tiene una superficie de 120 hectáreas y una cuenca de casi 1.200. La laguna ha pasado por muchas vicisitudes. Cazadero popular de los jerezanos, era el destino de familias enteras a mediados del siglo pasado. Padres e hijos, cuando en otoño se abría la veda, acudían al lugar, y en las barcas que existían en las orillas, se desarrollaban lances de caza, a veces, con trágicas consecuencias, puesto que era tal la cantidad de cazadores, que algún que otro accidente grave ocurría en sus aguas. La pieza más numerosa era la gallareta o focha común (Fulica atra). Existen fotos en blanco y negro con montañas de patos al lado de los cazadores. Al cabo de unas jornadas de caza los patos desaparecían y Medina recuperaba la calma.

En los años setenta del siglo pasado, los incipientes movimientos ecologistas de nuestra ciudad; la A.J.E (Asociación Jerezana de Ecología) y el Ayuntamiento, aliados con el entonces I.C.O.N.A, aunaron esfuerzos para conseguir un cierto grado de protección. De hecho es en la actualidad una reserva natural.

Pero Medina es una laguna endorreica, es decir, que en el curso normal de las estaciones se debe secar alguna vez para que se mineralice el suelo y produzca alimentos para las especies acuáticas. El uso de riego en sus alrededores sin vegetación natural en el suelo que impida las escorrentías y el cambio en el nivel freático, hace que ya no se seque con la frecuencia que hacía anteriormente. Además las carpas que se han introducido son un peligro mortal por su forma de alimentarse, enturbiando el agua, impidiendo el crecimiento de los macrófitos de los que se alimentan las anátidas. Una vez seca, aunque parezca cruel, las carpas deberían desaparecer. Puede parecer una paradoja macabra, pero para que Medina renazca primero tiene que secarse un largo período de tiempo. O sea primero debe, temporalmente, morir.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios