El parqué
Subidas generalizadas
Tendríaunos tres o cuatro años cuando mis padres nos apuntaron a mi hermana mayor y a mí a un curso de natación en el Club Nazaret. Recuerdo que las clases eran por la mañana, antes de que el club abriera a los socios. Manolo Mestre era el profesor-entrenador de los mayores y con nosotros los pequeños estaba Rafael Mantaras. El curso duraba un par de semanas a principios de julio y, casi al final del mismo, Mantaras nos dijo que subiéramos a la segunda plataforma de la piscina olímpica, con la excusa que veríamos mucho mejor el entrenamiento de los mayores. Allí arriba todo eran risas hasta que llegó el momento de bajarnos. Mestre le dio el ok a Mantaras y este nos dijo “niños vamos a bajar”. Él se puso delante de la escalera y señaló el final de la plataforma “por allí y de uno en uno”. Las risas desaparecieron y se tornaron en nervios, dudas, y en mi caso un llanto nervioso. Algunos se atrevieron a saltar mientras que otros, tal fue mi caso, fuimos arrojados por Mantaras. Ese hombre tan grande me cogió por el brazo y me tiró al foso de la piscina donde esperaba Manolo Mestre para ayudarnos a salir si era necesario.
Hace unos días vi en una de las galerías fotográficas de este periódico a Manolo Mestre en esa misma piscina celebrando el 55 aniversario de la natación en Jerez y como es lógico entender me embargó la alegría al verle allí preparado para zambullirse en la olímpica. Por cuestiones profesionales, con el tiempo tuve la oportunidad de conocer y entrevistar a Manolo. Se puede afirmar sin temor a equivocarnos que él fue quien trajo la natación como deporte a Jerez, promovió este deporte en todas sus formas y formó a cientos de niños en los 70 y 80, cuando la natación solo existía cuando llegaba el verano.
Hoy en día tenemos niños y niñas que entrenan durante todo el año y que brillan en competiciones internacionales. Afortunadamente hay infraestructuras que lo permiten, aunque dicho sea de paso alguna que otra requiere algo más de mantenimiento, hay entrenadores muy capacitados, creo que ya no se tira a los niños desde la plataforma, son otros tiempos y otros métodos, a la vez que se cuida mucho más a la cantera, aunque desde las instituciones se podría apoyar mucho más a nuestros jóvenes deportistas.
En cualquier caso, yo me quedo con Manuel Mestre, el padre de la natación en Jerez, quien, a pesar de los pesares, siempre que me he cruzado con él llevaba y lleva una sonrisa en los labios. Una persona que representa valores como el esfuerzo, sacrificio, trabajo y constancia, que son imprescindibles para se un buen deportista. Al mismo tiempo, en la figura de él quiero homenajear con este artículo a todos los hombres y mujeres que han trabajado por la natación deportiva en nuestra ciudad, dicho sea de paso, uno de los deportes más sacrificados que existe.
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