Más allá de la Macarena

Mucha atención mediática está teniendo la controvertida intervención sufrida por la Virgen de la Esperanza Macarena. La extraordinaria popularidad de la imagen justifica el impacto en redes sociales y medios de comunicación. Pero hay vida más allá de la basílica sevillana. En todo el país se dan continuamente casos aún más graves de supuestas restauraciones que, por las razones que sean, no llegan al nivel viral de unas pocas. Por no hablar del trasiego y compra-venta, no siempre legal, de obras de arte, asunto distinto, si bien no menos preocupante. Ambas cuestiones se resumen en una escultura que tuvo una breve presencia en Jerez, que pudo haber formado parte de nuestro patrimonio y que, en cambio, acabó fuera de ella, en una casa de subastas de Barcelona y “hecha un Ecce-Homo” (de Borja, claro).

Esta es la historia de un San Elías de José de Arce que apareció fugazmente, en 2015, en la colección permanente de la Catedral. Una donación frustrada, ya que la obra volvió pronto a manos de la familia que la había cedido de manera temporal. La suerte, sin embargo, me llevó a conocerla y fotografiarla. La vigorosa talla de la cabeza y de las manos no daba lugar a dudas y permitía proponer la atribución. Se inició así una investigación que averiguó su paso por varios conventos carmelitas de la capital hispalense y de Carmona, antes de acabar en manos particulares. Un estudio que terminé publicando en 2021.

Cuando me pasaron fotos de su actual aspecto, reconozco que pensé aliviado que se trataba de una confusión. Me autoengañé. Era la misma pero desfigurada por una “restauración” que había intentado quitar añadidos dieciochescos (capa y policromía), con teñido de canas incluido, y que terminó con el grotesco resultado de una obra que ya no es ni del XVII, ni del XVIII, ni del XXI, sino un revoltillo estético lamentable.