¡Netanyahu y Trump, vaya pareja!

El 12 de noviembre de 1938 Herman Goring presentó a Adolf Hitler la solución final a la cuestión judía. Aún había 350.000 judíos de los 520.000 existentes al comienzo del exterminio de judíos, gitanos, homosexuales, discapacitados…Consistía en “limpiar” la gran Alemania de “indeseables animales” La solución era deportar a la isla de Madagascar, al sur del continente africano. Optó incinerarlos cuando ya no les eran útiles.

La propuesta de Trump y aceptada por el gobierno Israelita es expulsar de la Franja de Gaza a los habitantes palestinos. Netanyahu afirma que no hay nada de malo, que se vayan los que quieran. Los colonos judíos venidos de todas las partes del mundo, van haciéndose con la propiedad de terrenos, de los cuales han obligado a irse los habitantes palestinos.

El negocio de una franja marítima en el Mar Mediterráneo todo lujo, un gran negocio, con limpieza étnica y mano de obra barata. Trump es una lince de los negocios, por eso es tan rico, al igual que esos superricos que le apoyan. No se trata de la defensa de los israelitas, para Trump se trata de nuevos negocios, para aumentar su riqueza y la de sus amigos. La poca vergüenza del ministro del ejército israelí: “¿Los españoles defienden a los palestinos? Pues os mandamos unos cientos”. Ya lo hizo Hitler: la deshumanización de la persona. Para los nazis, los judíos, homosexuales, gitanos, no eran personas! (Leer: “Eichman en Jerusalén” de Hannah Arendt)