El putiferio

10 de julio 2025 - 03:05

Está el patio entretenido con tanta sobrina de político enredada en programadas de corazón. De momento se les viene preguntando sobre las untadas y mordidas en el arte de la mangancia. En breve, -conociendo el paño-, pasaremos al escatológico mundo de las untadas y mordidas en el tálamo del amor. Parecieran ser de general interés las dotes amatorias de los Koldos, Ábalos, Cerdanes..., y otros por venir.

Siendo la veteranía un grado en todos los oficios, tanto por intensidad como por ritmo y frecuencia, nuestros tres ‘mosqueteros’ resultarían donjuanes acreditados, con muchos trienios, en el inmemorial mercado del amorío profesional.

Pero como todo tiene un principio y un fin, nuestro amado ‘führer’ ha decidido acabar con el oficio más antiguo del mundo. Otro motivo para pasar a la historia. De momento criminalizando a los demandantes, violentos por su género, pero no a las oferentes. Resulta extraño porque las sobrinas parecían complacidas, en especial, al recibir el salario puntualmente sin la incómoda contrapartida de acudir al puesto de trabajo o, en términos agrícolas, sin ir al tajo.

La explicación pudiera venir, acaso, de los conocimientos del ínclito sobre la literatura novohispana del siglo XVII. De la sin par Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana, más conocida como sor Juana Inés de la Cruz, que escribiera esos hermosos versos sobre el putiferio del siglo de oro: ¿O cuál es más de culpar, aunque cualquiera mal haga: la que peca por la paga o la que paga por pecar?

Ni que decir tiene que estas estrecheces morales no son de aplicación a los negocios regentados por el suegro del susodicho que, al parecer, atendían a las necesidades sociales de obtener pruebas vergonzantes contra prebostes a los que tener asidos por semejante parte. Mucho me temo que, como con la ley seca, tan solo logre encarecer el producto.

stats