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Como ustedes me pedís el DNI, yo también puedo pedir el número de placa ¿no?" Así empieza el vídeo que se ha hecho viral en España sobre la agresión de un agente de la Policía Local a un joven en nuestra ciudad. Seguidamente se ve cómo el policía saca su porra y, trazando un arco rápido hacia arriba y a la derecha, golpea al joven en la cara. Según este mismo diario "Las imágenes han provocado una oleada de críticas… sobre todo por la agresividad empleada por el policía en una situación de aparente tranquilidad, toda vez que el joven agredido no parece hacer ademán alguno de desprecio ni falta de respeto a la autoridad, al menos en lo que se aprecia en el vídeo" (sic).
El suceso ocurrió el 5 de diciembre y no es hasta la difusión en redes cuando se conoce que el Ayuntamiento ha abierto un expediente informativo sobre los hechos. Las explicaciones iniciales de la Policía Local y el concejal de Seguridad Ciudadana, se remiten a hechos supuestamente protagonizados por el joven antes y después de la agresión, ignorando algo fundamental: Un policía, un agente de la ley, debe mantener en todo momento el temple suficiente para actuar con congruencia y proporcionalidad en una situación así, lo que en este caso, según el vídeo, no ha ocurrido. Los delitos o faltas que haya podido cometer el joven deben seguir su propio camino procesal. La violencia policial de este tipo nunca está justificada por lo que hay que aclarar urgentemente lo sucedido, resolviendo con urgencia el expediente abierto y aplicando las procedentes medidas disciplinarias, por el prestigio de la Policía Local y del Ayuntamiento de Jerez.
Y una pregunta inquietante: ¿qué habría pasado si no hubiera grabación de los hechos? En general, a la Policía no le gusta que la graben, pero… Hay que reformar en profundidad la Ley 'Mordaza'.
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