El parqué
Los mercados no remontan
Se trataba de recordar su figura y su obra en el centenario de su nacimiento -27 de septiembre de 1925- y el pasado sábado 4 de octubre, desde las seis de la tarde, en los Claustros de Santo Domingo se llevó a cabo el esperado homenaje a la figura de Antonio Gallardo Molina, Hijo Predilecto de Jerez, académico que fue de la Real Academia de San Dionisio, de Ciencias Artes y Letras, Premio Ciudad de Jerez de la Cultura, Jerezanísimo 2003, fotógrafo, letrista, autor teatral, pregonero de los más diversos acontecimientos culturales –Feria, Vendimia, Flamenco, Navidad y con gran intensidad, de carácter religioso: Hermandades jerezanas y Rocío-.
La Unidad de la Red de Bibliotecas Municipales y en su nombre el jefe de la misma, Natalio Benítez, han llevado a cabo un proyecto con el que se ha conquistado el éxito que la figura de Antonio Gallardo venía demandando para la conmemoración de su centenario. Un acto presidido por la alcaldesa, María José García Pelayo, acompañada que estuvo por dos de sus compañeros miembros de la Corporación Municipal: primer teniente de alcaldesa, Agustín Muñoz y Francisco Zurita, delegado del Departamento de Municipal de Cultura. Hijos, nietos y otros familiares de Antonio Gallardo Molina, estuvieron presentes en tan solemne acto, seguidos de un público numeroso y aplaudidor.
Todo comenzó con la consiguiente presentación; labor que correspondió a Andrés Cañadas Salguero, mostrando, mejor leyendo, textos referidos al homenajeado aparecidos en su teléfono móvil y vinculándolos al que comenzaba en ese momento, con la seguida intervención de Natalio Benítez, impulsor del acontecimiento, expresando éste su decidida apuesta por la obra de Antonio Gallardo e incluso dando lectura a algunos de sus aplaudidos textos. Poetas y lectoras/es ocasionales, subieron al estrado para dar vida a versos de Gallardo recogidos en su libro “Apenas yo” que, prologado por otro de los grandes poetas de Jerez, Manuel Ríos Ruiz, llegó a las librerías en 1981. Pepa Parra abrió brecha con el texto elegido y seguidamente dio a conocer el que correspondía a Ricardo Rodríguez –ausente por imperativos de última hora- compañeros ambos en el Caballero Bonald. Carmen Ferrer relevó en la lectura a Pepa Parra dando paso a Mauricio Gil Cano quien, respaldado por la guitarra de Santiago Moreno –magnífico en ésta ocasión como en las dos intervenciones anteriores en solitario- dió vida al texto “Romance del sentir jerezano” que le había servido a su autor para cerrar el Primer pregón gitano de la Nochebuena de Jerez, en el Teatro Villamarta en 1980 según un proyecto de Manuel Morao.
La reunión seguía y seguía y, cuando me llegó el turno de subir al escenario –lo que logré gracias a la ayuda de Andrés Cañadas hijo –para mí será siempre Andresito- quise abordar un aspecto que distinguió siempre a Antonio Gallardo Molina lo mismo al natural que a través de su obra: su sentido del humor, plasmado igualmente en sus versos como en sus escritos en prosa. Así decidí dar lectura a su “Carta de amor a la Señorita Smith” y a “El toro indultado”. Dos pequeñas joyas perdidas y rescatadas, para solaz del lector y oidores.
Había que ir acabando –una hora aproximadamente- y, para el final estaba reservado uno de los momentos más íntimos: un hijo recordando a su padre a través de la música; Jesús Gallardo Quirós, uno de los seis hijos que aportaron al mundo Antonio Gallardo Molina y Rosario Quirós Carrasco –feliz matrimonio desde su enlace en la iglesia de San Miguel en 1953-. Jesús Gallardo es músico y posee una varonil voz que le permite ser feliz intérprete de su propia música. Puede y debe seguir cantando; quizá versionando las coplas que creó su padre y que tanto éxito dieron a nuestra Paquera-. O sencillamente creando sus propias canciones. El cierre con “Tu nombre”, texto de su padre Antonio y música y voz de su hijo Jesús, fué determinante para cerrar el apartado interpretativo de esta primera cita conmemorativa del centenario de Antonio Gallardo Molina. Cito lo de primera porque según noticias la Cátedra de Flamencología y la Academia de San Dionisio preparan sus programas al respecto y presumiblemente el Ayuntamiento, de manera oficial, conmemore así mismo tan importante efeméride; la alcaldesa, María José García Pelayo, que presidió como queda reflejado la ceremonia y clausuró la misma, lo dejó entrever y como símbolo de lo hecho y por hacer, puso en manos de MIlagrosa Gallardo Quirós –en representación de toda su prolija familia- un ramo de rosas como símbolo de cariño y reconocimiento al legado de su padre que saben honrar.
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